Laura Martínez Vizcaíno
+5
Sitio muy acogedor y con terraza, camarera muy simpática. Fuimos a desayunar, bocadillos de tortilla que estaba buenísima y el café buenísimo. También un sitio super agradable para tomar un buen café por la tarde con buen ambiente en estas tardes otoñales
Un lugar acogedor para cualquier hora del día, tanto si se quiere desayunar, comer algo o un buen café o cerveza a media tarde. El personal muy agradable y la dueña muy profesional y cercana, se nota que disfruta con su trabajo.
Tiene una terracita muy agradable tanto para verano como invierno. Sin duda recomendable 100%
Cafetería situada al lado del hotel NH. He acudido 3 días consecutivos a desayunar y tienen unos desayunos bastante ricos y generosos en cantidad. El personal es amable y realizan su trabajo con eficacia. Se suele llenar bastante a la hora del desayuno y no me extraña. Lo recomiendo!
Justo al lado del recinto ferial de Valladolid, esta cafetería cuenta con una terraza espectacular y muy cuidada. Sitio de referencia para desayunar rico, rico.
Tienen una carta pequeña pero de buena calidad - precio. El bocadillo de pechuga de pollo muy rico.
¡¡ESPECTACULAR!!
Un trato increíble, te hacen sentir como en casa.
La comida es toda casera y eso se nota mucho y es de agradecer.
El lugar es super bonito tanto la terraza como el interior.
Os lo recomiendo sin duda. Lo que probé:
La tostada de jamón, se nota que es bueno, brutal.
La de aguacate, hecha al momento e increíble.
Y la tortilla de patata es casera, alucinante.
El precio más que justo calidad precio.
Felicidades a los dueños y a todos los trabajadores por el increíble trabajo.
Cafetería Farigola, un local de barrio para sin duda alguna acudir a desayunar con una relación calidad precio excelente, producto de proximidad y atención de calidad.
Una mención especial a Mar y su simpatía a la hora de atenderte.
Sin duda un local al que acudir en Valladolid.
Merienda súper agradable. Javi me hizo una ensalada gluten free. Súper amable y atento.
Leticia García Velasco
+4
Acudimos al local específicamente para desayunar.
Con respecto a lo que tomamos, todo bien. Un desayuno con croissant a la plancha y otro ibérico. La tostada del ibérico es grandecita, así que se desayuna más que bien. Los cafés, muy ricos, y el zumito de naranja natural también bien.
La persona que nos atendió es sumamente educada y agradable, va a toda pastilla por la cafetería para poder atender.
Y aquí está la pega... estaba lleno de gente y no paraban de entrar más personas, pero solo hay una persona sirviendo y preparando los desayunos, así que fue todo bastante lento.
Los precios, quizá un poco más altos que los de otros locales con el mismo tipo de servicios de desayuno en ubicaciones más céntricas, pero asequible.
Tienen una terraza, pero para acceder a esta zona (que es la entrada de la cafetería) hay que subir unos escalones. No vimos rampa (que puede ser que haya un poco más alejada de la entrada del bar) así que no puedo valorar si es adecuado para personas con movilidad reducida.
Ahora sí, el espacio entre mesas en el interior es un poco justo.
En general, una experiencia buena, a pesar de la atención lenta.
Tranquilo y acogedor. La decoración es muy original y la música que ponen de fondo me ha gustado mucho. La atención muy rápida y atenta. Perfecto para tomarte algo por las tardes.
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