El mejor restaurante de Valladolid sin duda, se superan cada día en cocina y ello va acompañado en sala, con una propuesta de vinos espectacular y un trato inmejorable. Cracks
Un local muy acogedor, sencillo y relajado. La comida con muchos sabores delicados, diferentes texturas y colores, con sus más y sus menos, encontrarás alguna cosa a mejorar pero en general un menú degustación fabuloso y a muy bien precio diría yo.
Empezamos muy bien, al final el servicio quizás flojeo un poco. No estuvieron a la altura de la primera parte de la comida . Por poner una pega. Comida correcta , sin extravagancias, apta para todos los gustos por su variedad de platos. Saberos suaves al gusto de un amplía clientela
Gran experiencia gastronómica en un ambiente relajado, excelente cocina muy cuidada y con grandes productos, el servicio inmejorable y el restaurante está ubicado en una zona céntrica de la ciudad
Fantástica experiencia la que experimentamos. Todos los platos sorprendentes y deliciosos. El maridaje de vinos estupendo. Y que decir de la profesionalidad y el trato exquisito del personal de sala, un 10. Y la charla final la guinda del pastel. Muy contentos hemos quedado. Lo recomendaremos 100%.
Magnífica experiencia. El viernes hemos vuelto a disfrutar de uno de estos templos de la gastronomía que siempre sorprenden, esta vez para muy bien… Pequeño restaurante en el casco urbano de Valladolid, sitio cómodo, bien iluminado, sencillo. Trato exquisito y cercano. La experiencia gastronómica deliciosa, sin grandes aspavientos de la creatividad, con un producto excelente. Muy recomendable!!! Precio razonable. La cava muy completa y bien atendida.
100% recomendable. La comida buenísima, diferente, con un sabor maravilloso y muy elaborada. La bebida sorprendente y en su punto de temperatura. La atención, exquisita: personal amable, educado, prudente y cercano. El local es muy agradable, nada recargado pero con gusto. Vale lo que cuesta y repetiría sin duda
Bien Comío y Bien Bebío
+4
Visitamos el restaurante Trigo para degustar su menú Homenaje. El menú más largo del que disponen, menú degustación del cuál sales completamente lleno, pero del que por lo menos en nuestro caso, esperábamos más.
Indiscutiblemente estamos hablando de un estrella Michelin y el producto que ofrecen es de primerísima calidad con una presentación espectacular, pero el sabor se queda un poco corto. De todos los platos que probamos (13 pases) solo tres de ellos nos sorprendieron en el sabor, es una proporción baja para un sitio de estas caracteristicas. También echamos de menos algo más de originalidad en los platos, alguna historia, un hilo conductor, algo que transmitir, en fin, algo más para un restaurante de este nivel y galardonado con una estrella y dos soles repsol.
En cuanto al vino, la sumiller es espectacular. Tienen una amplísima variedad de vinos con referencias de mil sitios, además te aconseja super bien. La atención de los camareros es exquisita, super amables, atentos y cercanos. Trato de 10.
Por ultimo, me hubiese gustado un par de detalles que no había, desconozco si fue el día que fuimos o en general.
Primero el pan, esperaba degustar diferentes panes en un menú y sitio así, no únicamente un pan normal de trigo. Y segundo, en restaurantes de este estilo, cuando terminas te dan un hoja con el menú que has comido, como recuerdo o simplemente para saber cuál era el menú, aquí en Trigo no, podrían pensarlo para el futuro.
En definitiva el sitio está bien, pero no ofrece algo diferente y único, que te de ganas de volver a querer repetir.
Pablo Andrés Gerbolés Sánchez
+4
Un sitio para ir de tranquilo y comer de estrella Michelin. La persona que lo explica es total, muy buena
Impresionante. Cocina muy sutil, muy sobria, muy castellana. Sabores puros. Los postres fantasía pura. Merece mucho la pena. La atención inmejorable, personal muy agradable, siempre pendiente sin agobiar; muy buenas recomendaciones de vinos.
Muy buen restaurante, merecedor del reconocimiento de la Guía Michelin. Excelente manejo de los alimentos vegetales, con unas apuestas asombrosas y deliciosas, y muy originales. Gran calidad de producto, y magnífica combinación de texturas y sabores. Se pueden elegir dos menús degustación, siendo el más breve, y no por ello corto, suficiente para saciar el apetito. Carta de vinos, con fuerte presencia de caldos de la tierra, en una cuidadosa selección, con propuestas que se salen de las bodegas más conocidas. Ambiente de sala acogedor, aunque algo ruidoso por el número de comensales. Servicio atento, profesional y amable, notándose no obstante que en ocasiones van un poco saturados.
Para volver, sin duda alguna.
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