Dovleuve

Primera vez y el sitio super bonito y con mucho gusto da gusto ver sitios así en mi ciudad. Con cada consumición te ponen un aperitivo y muy bueno. Dada la amabilidad nos dispusimos a cenar y tengo que decir que la calidad de la comida es una pasada. Tartar de atún las gyozas la costilla a baja temperatura un verdadero espectáculo. Y si queréis rematar por todo lo alto pedir la torrija de postre! Los camareros atentos y buenos en su trabajo. Muy recomendable el sitio.

Me toco una cena para 6 personas en un sorteo de Instagram y ha sido toda una sorpresa. El trato magnifico desde el momento en el que entramos por la puerta. El camarero nos recomendó varios platos y cantidades para no quedarnos con hambre ni pasarnos. De entrantes elegimos: - Ensaladilla con gambones: super recomendable, muy cremosa y buen sabor. - Croquetas de la casa: creemos que eran de cocido, pero estaban muy ricas. - Cecina: Super tierna - Ceviche de lubina: muy fresco, con toques de cilantro. En cuanto a los segundos, probamos hamburguesas y costillas, a cada cual mejor, os recomiendo cualquiera de las dos opciones. Aunque había mucha variedad también de pescados y tenia muy buena pinta. Lo mejor de todo sin duda fueron los postres. La tarta de queso es un MUST, teneis que pedirla, de las mejores que he probado nunca. Con una base de galleta riquísima y pistacho por encima. Como segundo postre mas recomendable, la torrija. Cremosa, con una superficie de azúcar quemada y helado para acompañar. Y sus famosos huevos, de mango y caramelo. Ambos estaban buenísimos, no sabría por cual decantarme. En términos generales, lo recomiendo 100%. Volveremos! Muchas gracias! :)

Restaurante con una decoración moderna, espacioso y decorado con buen gusto. La comida de 10, tanto los entrantes como los segundos, todo buenísimo. Camareros profesionales 100%, amables, atentos y con buenas recomendaciones para ayudarte a elegir entre la gran variedad de platos. Repetiremos seguro!!

Aunque fui con reserva para dos, se les pasó. Eso si, lo reconocieron y lo solventaron como pudieron. Lo entiendo pues acaba de abrir y los comienzos son complicados, aunque espero que con el tiempo lo vayan puliendo. El local estaba lleno. La comida buena, precio correcto. Servicio amable y repito reconociendo el error que a veces es mejor que inventarse excusas.

Entramos a tomar un café y acabamos desayunando (la tortilla de patata estaba buenísima!!!). El ambiente es tranquilo y la amplitud del local, el espacio entre mesas y barras y la iluminación, favorecen este efecto. La atención y el servicio, muy buenos. Volveremos porque hay que probar el vermut, la comida…