Restaurante ubicado en el barrio de Abastos, en una zona tranquila con posibilidad de terraza. Tiene una carta con platos del día y tapas para compartir caseras. El local es pequeñito por lo que es recomendable reservar. La calidad de la comida es buena y el servicio y la atención también (el trato de la dueña muy cercano).
Aunque había pasado mil veces por la puerta no me llamó la atención hasta que vi que había sido galardonado con un solete Repsol. Destaca por el trato cercano de la dueña y por tener una carta corta de tapas caseras. 'Solo cocino lo que me gusta comer'. Y se nota. Volveremos sin duda a probar cosas diferentes.
Un sitio que me ha parecido espectacular. 100% recomendado comida de barrio. Espectacular el bacalao y el vino
Estuvimos comiendo hace unos días por primera vez. Nos dejamos recomendar por Pilar y fue un acierto.
La carta no es muy extensa, pero es producto de calidad cocinado como en casa.
Pedimos bacalao encebollado, sepionet con habas, revuelto de boletus y trufa, alcachofas con jamón y leche frita. Todo extraordinario.
Para terminar un "bulgaret", especialidad de Alejandro.
Son encantadores, volveremos seguro.
21/12/2022:
Hoy hemos vuelto seguros de que saldríamos de allí más que encantados.
Pilar nos ha sugerido un par de platos fuera de carta:
Puntas de espárragos rellenos de mahonesa de anchoas del Cantábrico y canelón de puerros y gambas: qué delicadeza, qué bechamel, qué sabor!...
Como ya habíamos probado el sepionet con habitas, hoy nos lo ha puesto con alcachofas. Brutal!
Después un atún rojo con verduras extraordinario.
De postre su exquisita leche frita y tarta de manzana y hojaldre, riquísima.
Y, como no, el "bulgaret" especialidad de Alejandro para redondear una comida de diez.
Da gusto ir a un local donde te sientes como en casa y comes de maravilla.
Gracias Pilar y Alejandro, nos vemos pronto.
MARI CRUZ MARIN FERRER
+5
Es un restaurante que pidas lo que pidas te va a gustar. Pilar la dueña, es excepcional te sugiere los platos y aconseja para pedir.
Una pena que no le hice foto al carpaccio de gamba, que fue nuestro primer plato.
Atención, calidad y precio un 10.
Gracias por tratarnos siempre tan bien.
Tomamos unas tapas y es cierto que pidas lo que pidas todo está bueno.
Se basan en la materia prima y cocina a la antigua.
Para mi lo más reseñable es el tomate casero ( se tiene que pedir anticipadamente).
Es un sitio pequeño y hacen compra de mercado justa por lo que es imprescindible reservar e incluso hablar sobre lo que vas a comer para ver su disponibilidad.
La carta que es una pizarra en la pared ( ver foto) es bastante escueta.
Atención amable.
La comida no es abundante.
Tiene algún sol de Repsol.
No es un lugar económico.
Excelente en todo. En la calidad de la comida, las raciones y el trato. Calidad precio muy buena. Ni hace falta extenderse mucho, con probarlo ya uno se hace la idea. Volveremos.
SALVADOR LATORRE GIMENEZ
+5
Platos sencillos en su elaboración pero muy conseguidos, cocina de mercado con un producto fresco y del día. Precios calidad muy bien. Pilar la dueña y el camarero Alejandro profesionales y muy amables. El cremaet final estupendo. Espero volver ya que algunos platos se habían terminado y no hemos podido probar.Hoy he vuelto (17\12/2020) otra vez con mi hijo y hemos probado los garbanzos con gambas, un plato sencillo pero redondo de sabor 👍👍👍👍👍. Cada vez que vamos nos sorprende con platos plenos de sabor que se encuentran en pocos sitios.9/02/22, hemos ido y nos ha sorprendido con otro plato, carpaccio de gambas, que estaba estupendo de sabor, equilibrio de sabores, un plato muy conseguido por Pilar, trato familiar y un cremaet que hace Alejandro muy bueno. Volveremos pronto.
Como describir en pocas palabras esta mezcla de cocina de Valencia y la comida que nos hacía nuestra madre o abuela ?
Bueno, seguramente de la misma manera que Pilar puede producir excelencia en su pequeño restaurante.
Ella aprendió el oficio de grande, lo heredó de Pepet y Pilareta, y lo transformó en un desafío personal: lo llamó Tapas Pémbori
Trufas, piñones, pasas, alcachofas, jamón, corderito del mejor, solomillo, bacalao, atún rojo, entre otros sabores elegidos por ella en el mercado central cada mañana.
Y si viendo la carta te surgen dudas, mejor, ella te va a preparar en el momento una delicia de su sugerencia que te va a encantar.
Si vas a Valencia no puedes dejar de ir sin pecar.
Y si vas una vez querrás volver como me ha pasado a mí.
Espectacular, todo buenísimo y el trato super familiar, el precio muy económico. El bacalao y el atún estuvieron de muerte. Volveré.
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