Habitual

Wat een goed verstopte culinaire verrassing bij Mercado Colón, verrassende entourage, smaakexplosies en goede service; aanrader!!

Nada más llegar los camareros nos atendieron de forma cordial y agradable, con un tentempié: unos "grissinis" con salsa de queso (que devoramos rápidamente) y unos encurtidos. Mientras tanto, elegíamos plato, elección difícil, ya que todos llaman la atención por la variedad de ingredientes y por sus nombres. Al cabo de un rato, optamos por los siguientes platos: -Ensaladilla con espuma de aceitunas-: pocas veces he comido una ensaladilla tan ligera, no era el mazacote que te sirven muchas veces en los restaurantes. La guinda del pastel era la espuma de aceitunas que conseguía darle frescura. - Buñuelo de bacalao con emulsión de miso-- Cogiendo el buñuelo dorado con las manos, ya puedes notar lo crujiente que está. El primer mordisco es una explosión de sabores, el bacalao y el miso consiguen fundirse en tu paladar creando un sabor indescriptible. -Flor de calabacín en tempura rellena de quesos, piparras y picadillo de jalapeños- Este plato, como siempre, con una presentación que demuestra la maestría de los cocineros, no consiguió llamarme tanto la atención en tema de sabores. La tempura de flor estaba crujiente, pero el fuerte sabor a queso y jalapeños anulaba completamente su delicado sabor. -Alcachofas asadas con bonito marinado y curado, jugo del “rostit” de la espina, pamplina y almendras picantes- Las alcachofas estaban tiernas, se deshacían en la boca. Pero al igual que sucedía con el plato de las flores de calabacín, el picante de las almendras y del jugo, quitaban protagonismo al sabor de las alcachofas y del bonito. -Arroz seco de albóndigas de sepia, calabacín y ajos tiernos- El arroz en su punto, las croquetas de sepia estaban curiosas, los ajos tiernos aportaban el verdadero sabor al arroz. El conjunto estaba bueno. Sin embargo, el arroz probado por separado de los ingredientes le faltaba quizás un poco de fuerza. Los postres sin ninguna duda se llevaron todas mis felicitaciones: -Fresitas de Canals, cremoso de queso y sorbete de cítricos- Un postre delicadísimo que tan solo con una cucharada consigue dejarte boquiabierto. Las fresas tenían un sabor dulce que contrastaba a la perfección con el helado de cítricos, un helado refrescante y sabroso. Y por otro lado, estaba el cremoso de queso, con un sabor suave que no enmascaraba las fresitas. Todos los sabores y texturas se completaban creando un plato que a primera vista parece simple, pero está lleno de elaboraciones. -Torrija caramelizada con helado de mantecado- Monumental pan de brioche empapado en leche con azúcar caramelizado por encima, acompañado de un espléndido helado de mantecado. Un postre típico pero que los cocineros de Camarena consiguen hacerlo un postre de otro mundo. -Tarta de queso cremosa con manzana caramelizada- La tarta no tenía mucha consistencia, estaba liquida pero no excesivamente gracias a su cremosidad. Por encima tenia laminas de manzanas caramelizadas que le daban un toque ácido al queso. Por debajo tenía galleta, pero por el queso líquido, estaba bastante blanda. Por otro lado, el ambiente era muy agradable, el restaurante no estaba demasiado lleno y podías conversar tranquilamente. Quizás la iluminación era un poco oscura. El servicio encantador, recomiendo que tarden un poco más en sacar los platos, ya que sino no se puede degustar bien cada elaboración.

Gratísima sorpresa en el mercado de Valencia...verduras de su propio huerto cocinadas perfectas y con mucho sabor, presa de cerdo ibérico crujiente por fuera y jugosa por dentro, postre fresco y delicioso de fresitas con crema de queso y sorbete de naranja, el único pero, que nos queda muy lejos de Barcelona 🤗

Fuimos a cenar con unos amigos y como siempre excelente todo, perdonal amable y atento y la comida exquisita, sin duda repetiremos

Es la segunda vez que vamos ,me encanta la comida ,el personal amable todo perfecto😍💕

Gran calidad de platos y un servicio excelente. La comida es tradicional pero con toques originales que le dan un aire distinto. Un buen sitio para celebraciones debido a la elegancia del restaurante. En pleno centro de Valencia. Lo único, nos costó encontrarlo ya que hay que atravesar la terraza de un bar para entrar. Recomendable. Nosotros fuimos 2 y salió a 90€ la cena.