Tigran Gastrobar

Estábamos alojados en el Hotel Ilunion, y todo un acierto encontrar este local. Café con leche (1'80€ vs Hotel 2'30€) muy rico, grande y espumoso. Hay oferta de desayunos y luego para comer el resto del día (no cierra cocina). La carta en si no es muy extensa, pero es variada. Las raciones son generosas, si no tienes mucha hambre un entrante y un plato para compartir 👌. A destacar las costillas y la ensaladilla, pero me hubiera gustado haber tenido más tiempo para comer más cosas 🤤 . El servicio muy atento y disponen de 1 trona para los más peques (para nosotros un acierto). Cada día hemos ido ya fuera para desayunar, comer o merendar.

Descubrimos el lugar a través de Google Maps y al llegar, no cumplió nuestras expectativas. En cuanto a la oferta de arroces debido al espacio reducido de la cocina no habían. Optamos por las patatas bravas, que estaban sabrosas pero de porciones grandes. Probamos el famoso kachapuri, que, aunque delicioso, parecía necesitar un toque extra de sabor. Las hamburguesas, tanto la clásica como la de pollo, estuvieron realmente bien como plato principal. El punto culminante fue la cheesecake, que resultó ser excepcional. Aunque no fue exactamente lo que esperábamos, la experiencia no estuvo mal en general.

Buenísima experiencia en este bar restaurante situado a escasos metros del final del Jardín del río Turia. Disponen de una carta bastante amplia y variada, con diversas reminiscencias internacionales de distinto origen, como la empanada argentina, la cual probamos, o el popular plato de la gastronomía georgiana como es el khachapuri. Ambos nos encantaron, especialmente el segundo, porque es algo que teníamos muchísimas ganas de probar y teníamos miedo de que nos decepcionase, pero no fue para nada así. También probamos su hamburguesa de la casa, la cual llevaba una salsa muy rica y la carne era gruesa y de calidad. Cabe destacar que estos tres platos nos salieron por un precio bastante razonable. Por último, el servicio fue correcto, y pese a ser un día de lluvia y por la noche estuvimos muy a gusto en la terraza del establecimiento, ya que no tenían mesas en el interior. Por todo ello, recomendamos mucho la visita, y personalmente volveremos a degustar de nuevo sus creaciones.