Seré breve: Urdaira siempre es bien!
La ultima vez que fuimos fue justo el último fin de semana antes de confinarnos y hasta este año no habíamos vuelto. Como siempre todo de lujo, aunque la tortilla salió muy salada, el sabor de la txuleta esta temporada ha sido supremo! De los Centollos que decir? Impresionantes (como siempre).
Hasta la temporada que viene equipo!
La calidad de la comida es excelente. El servicio un poco lento pero merece la pena mucho ir a esta sidreria. Un poco perdida en el monte pero las vistas y el color verde de lo que hay alrededor del local es brutal.
Se trata de una sidrería que se diferencia de todas las demás por la posibilidad de degustar unos buenos centollos (marisco), además de todos los productos propios de sidrería ( tortilla de bacalao, bacalao, chuletones, etc.); en mi visita del día 31 de marzo como comensal observé que se trata de una sidrería no muy grande, llena a tope de comensales, todos degustando el típico centollo y con poco turista extranjero, con un ambiente muy casero y entrañable, francamente se trata de una sidrería donde te encontrarás a gusto, con buen servicio y muy buen producto. La única pequeña pega , es su accesibilidad para llegar en coche, francamente se debe mejorar su accesibilidad.
Muy recomendable. Desde luego un concepto muy original de sidrería, especialmente cuando ofrecen productos tan deliciosos e interesantes como el centollo como principal o el pastel Vasco como parte del postre, puntos muy a favor. La sidrería es muy bonita y acogedora, consta de un restaurante con una kupela y unas dos bodegas externas con kupelas y una de ellas también tiene mesas, en el exterior también hay una zona de mesas que seguramente se usarán los días de mayor afluencia y por supuesto clima idóneo.
Nos llevó nuestra familia donostiarra a cenar y fue una experiencia estupenda. El centollo es sencillamente espectacular. Al menú le siguen tortilla de bacalao, bacalao con pimientos, chuleta de vaca y postre de queso, nueces y tejas. La sidra fresca con llamada al ‘txotx’. Para regresar a menudo.
El templo del centollo (38€ y previsto para 4 personas). Resto sidrería tradicional, con un tipo gritando "txotx" como debe hacerse, y resto de menú el habitual. A destacar la generosa ración de tortilla, y una txuleta correcta sin más. Queso del bueno, membrillo, nueces, teja y cigarrillo.
Quizás el precio es superior al habitual, y ojo con la carretera, porque está en el medio de la nada y por la noche hay que andar con mil ojos!
Visita obligada si estás por la zona, el sitio muy bonito, el personal muy amable y la comida espectacular.
Hay que aprovechar la temporada ya que solo abren de enero a mayo aproximadamente, época del txotx.
Llegas y coges un vaso para ponerte sidra cada vez que el Txotxero grite “txotx”, puedes beber toda la que quieras, pero ojo, que lleva alcohol, así que moderación.
El menú típico es tortilla de bacalao, jugosa y buenísima, luego bacalao con pimientos y para terminar chuleta (chuletón de ternera).
Si quieres, en esta sidrería también es típico el centollo.
El postre: queso con dulce de membrillo y nueces.
Imprescindible reservar ya que siempre está lleno y sorprendentemente el servicio es rapidísimo.
Fuimos a cenar y el lugar me encanto por todo, decoración, calidad de la comida, simpatía del personal y sobre todo de txotxero.
Que panzada de sidra.!!
Precio más que adecuado, el precio de 4 comensales a cenar fue de 138,00 € porque repetimos de chuletón.
La ubicación es un poco remota, sólo se accede por caminos de un sólo carril pero con poco tráfico. Lo mejor de la sidreria fue el centollo y la chuleta ambos platos de mucha calidad y bien elaborados. La tortilla de bacalao pelín salada pero en su punto de textura. Hay fuentes para coger agua del grifo por si quieres intercalar con la sidra. Hay numerosas kupelas y constantemente están gritando txotx porque las van abriendo. El ambientillo fue genial, justo habia una cuadrilla grande con instrumentos de música y tuvimos concierto en directo. Estaba lleno. Imprescindible reservar con antelación para ir en fin de semana.
Sidrería de categoría en la que ofrecen algo diferente en el menú en comparación con otras sidrerías de la zona: el centollo. Todo el menú muy completo y con productos de buena calidad. Además las zonas de txotx son muy amplías para grupos grandes.
Ese cangrejo araña era enorme! Parecía más grande que mi cabeza 😄 ¡y estaba delicioso! Lo disfruté mucho. El resto de la comida también estaba deliciosa. Todo el lugar estaba lleno. Estaban bastante ocupados, les tomó un tiempo servir la txuleta y la segunda estaba un poco recocida. Pero en general fue una buena comida.
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