Avareo

Fuimos a comer porque estábamos cerca y lo encontramos de casualidad, ha sido todo un acierto. Los camareros se han portado genial y la comida riquísima. Recomendamos las patatas bravas, el tartar de presa, el brioche de carrillada y el wok de tagliatelle, todo riquísimo, volveremos sin lugar a dudas. Pagamos con varias bebidas 45

El bar es muy bonito y acogedor, tranquilo y para nada bullicioso. El personal muy amable y atento y la comida riquisima. Fuimos porque lo vimos en redes sociales y para nada nos defraudó. Pedimos una croqueas que estaban riquisimas, el arroz, las patatas bravas y el burrito de carrillada, todo muy bueno, además tenían muchas cositas fuera de carta, que a mi eso me encanta. De postre pedimos una tarta de queso, que podría ser una de las mejores que he comido. Sin duda repetiremos.

Descubrimos este sitio hace poco por la recomendación de un amigo, y vaya si acertamos al venir. Tuvimos una cena de lo más completa y variada. Cada plato era un mundo en sí mismo, y nos dejaba con más ganas de que llegara el siguiente. Probamos un huevo poché con queso trufado cuya cremosidad se mostraba inigualable, una ensaladilla rusa de las que no defraudan, unas vieiras con cogollos y allioli que explotaban en la boca como una sinfonía marina, una carrillera en pan de brioche tostado con mantequilla a la sal que se fundía en la boca, unas cigalas más frescas que una lechuga y, en nuestra opinión, el mejor plato que hemos probado: Un risotto de calabacín, tomates secos y albahaca que estaba simplemente es-pec-ta-cu-lar. Desgraciadamente, después de semejante festín no nos quedó hambre para el postre, pero escuchamos que su tarta de queso con galleta lotus fue galardonada por ser la mejor de Sevilla. Y nos lo creemos. Además, consideramos que la relación calidad-precio está muy presente, ya que la calidad del producto es excelente y el precio es moderado. El servicio al cliente no se ha quedado atrás. El personal está muy bien preparado y es profesional, además de explicarnos con todo detalle las numerosas opciones de platos fuera de carta (entre los que estaban el risotto y las cigalas, por ejemplo). No tenemos ni una sola queja. El local es amplio y se siente fresco y abierto. No es muy grande, pero la disposición de las mesas aprovecha muy bien el espacio y aporta esa sensación de estar en un local de mayores dimensiones. No es especialmente íntimo, pero ir con amigos puede ser una muy buena experiencia. Asimismo, el restaurante cuenta con varias mesas en el exterior. Nada más que decir. Ha sido una experiencia realmente placentera, y estamos seguros de que volveremos.

Nos gustó mucho la experiencia, la chica que nos atendió fué super amable y la comida estaba deliciosa. Un local muy bonito, la carta muy variada y con comida fuera de carta deliciosa. Encontramos el sitio por redes sociales y vamos a dejarlo guardado para volver. Precios razonables y calidad excelente. 100%recomendado

Un acierto. Hacía mucho tiempo que no podíamos decir que un salmorejo está "MUY bueno" cuando comíamos fuera, pero el salmorejo de melocotón con queso crema y picada de pimientos, lo está: bien emulsionado con el aceite, cremoso y fresquito. El brioche de carrillada, otra maravilla, si estás habituado al sabor de la carrillada, no sabrás qué lleva ésta de distinto, pero lo es, y para repetir (y el toque de la mantequilla lo remata. El pan quizás esta vez un poco pasado de tueste, pero aún así el sabor muy bueno). Un fuera de carta (risotto con calabacín y tomate seco) también rico y en su punto. Ambiente acogedor, personal muy amable y eficiente, comida muy rica. Felicitar el trabajo de todo el equipo, para nosotros, un lugar al que volver. *Guiño interno: Isla mágica estará abierta hasta octubre ;)