Comida deliciosa y casera por un precio inmejorable. Restaurante amplio, con zonas interiores y exteriores, aparcamiento y un pequeño parque infantil. Tardaron algo en atendernos, lo cual es razonable, pues había bastantes clientes. La comida, sin embargo, no tardó. No es posible el pago con tarjeta ni hay una carta escrita, te dicen los platos de forma oral. Tomamos ensalada, pimientos de padrón y dos tortillas: de cebolla y de queso. No tienen postres caseros. La variedad de tortillas es fantástica, lo mismo que su sabor. Muy recomendado.
Este local tiene una terraza con mucho encanto.
El interior es muy peculiar, muchas fotografías e historia.
Local muy limpio.
La mujer que nos atendió, aunque correcta, parecía o cansada, o jarrrta de la vida.
Nos dijo lo que había para tomar con un tono de voz muyyyyy monótono, tanto que nos llamó mucho la atención, en fin, cada uno es como es.
Las tortillas estaban muy buenas, el vino no tanto, es cabezón, de los de poner dolor de cabeza, eso sí, si lo mezclas con gaseosa se puede beber sin salir perjudicada.
No me agrada que no se pueda pagar con tarjeta, sólo efectivo, esto me lleva a pensar muy mal, es cierto que está puesto en un marco de una pared, pero eso no quita que no pueda evitar pensar "en negro"
Lugar adaptado para personas con movilidad reducida
Situado en Cacheiras, una pequeña aldea al sur de Santiago de Compostela. Se tardan menos de 10 minutos en coche de Santiago de Compostela, y además cuenta con una amplia zona ajardinada y un parking reservado para clientes.
Llegamos sin reserva un mediodía, entre semana, y nos sentamos en una de las mesas de la amplia terraza cubierta con la que cuenta el restaurante. Además de esta, el local está compuesto por varios pequeños comedores, por lo que podéis pasaros sin necesidad de haber reservado con anterioridad.
En cuanto a la comida, queda claro a que debe su nombre el restaurante. Nosotros vinimos recomendamos, así que no llegamos ni siquiera a ver la carta (si es que la hay). En cuanto llegó el camarero pedimos nuestra bebida, unos entrantes y el plato principal, la tortilla de patatas.
Los pimientos de padrón estaban ricos, realmente es difícil fallar con este plato en Galicia. En cuanto a la ensalada, realmente nos sorprendió, se nota que los productos que utilizan son frescos y de gran calidad. Pese a ser una ensalada mixta sencilla nos pareció que estaba bastante buena. Por último, el plato estrella. Sin lugar a dudas una de las mejores tortillas de patatas de Santiago de Compostela. Optamos por pedir la tortilla con queso, y la verdad que es una opción muy recomendable. Además de queso, se puede pedir con bastantes ingredientes: con cebolla, sin cebolla, con bacon, con jamón, con queso, etc. Cabe destacar que pese a su increíble sabor nos costó terminarnos una tortilla para dos personas. No nos quedó hueco para el postre, ya que no somos muy golosos.
En resumen, hacemos extensible para todos vosotros la recomendación que nos hicieron. No dudéis en pasaros por este restaurante si tenéis oportunidad y sois amantes de la tortilla de patata. En cuanto al precio, nos pareció un restaurante de lo más económico, aunque no os olvidéis de llevar dinero en efectivo.
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