Amazing place, service, wine and owners.
A must!
Magnifique restaurant,patron extrêmement sympathique et serviable.
Le menu à 25€ était excellent
En pleno centro de Tarragona encontramos un restaurante se 10. La cocina es cuidada y exquisita, el servicio inmejorable y el ambiente es estupendo. Si volvemos por aquí, volveremos sin dudarlo
Cocina muy cuidada, platos bien elaborados, con producto fresco y de calidad. El servicio excelente y muy profesional. Nos aconsejaron sobre los vinos de la zona y fue todo un acierto (Blanc del Terrer). Las dos veces que hemos estado en Tarragona, con una diferencia de 14 años, la experiencia ha sido muy buena. Esperamos no tardar tanto en volver!
Es el restaurante más versátil de Tarragona.
Es ideal tanto para una comida de empresa, como para una reunión familiar o un encuentro de amigas.
Producto fresco de temporada, cocinado a fuego lento hasta convertirse en platos de cocina tradicional catalana con un toque sorprendente, sin olvidar la amplísima bodega para maridar.
Para hacerlo todavía más especial, el restaurante se encuentra en un local de la Part Alta con arcadas del siglo XIV perfectamente conservadas.
Mis favoritos: el carpaccio de gamba de Tarragona, el foie a la sal, el cabrito deshuesado y el sablé de manzana con crema de almendras.
María Raquel Mahillo Sánchez-Mateos
+5
E S P E C T A C U L A R habría pagado el triple y me habría parecido razonable. El dueño te explica los platos con verdadera pasión y cariño, no hay carta, es tan auténtico que no te lo crees. Muy pocas veces he estado en un sitio que merezca tanto la pena. Encantada. Exquisito. Da igual lo que pidas, no vas a equivocarte. La atención sublime.
La comida está siempre deliciosa. El trato por parte del personal es excelente. Siempre se adaptan a las necesidades del cliente y si alguien no puede comer algún ingrediente no solo preparan el plato sin él sino que piensan algo para sustituirlo sin que el plato pierda su gracia.
Cada vez que vamos tienen algún plato nuevo y nunca decepcionan.
Además, el local es muy bonito y el ambiente muy agradable.
Hoy hemos vuelto después de años y da gusto ver qué después de una pandèmia que tanto daño ha hecho a la gastronomía hay cosas que siguen con la esencia del primer día.
Menú degustación para probar varios platos de su historia en un ambiente acogedor y familiar.
El trato inmejorable y que tengan el detalle de pensar en los peque, me ha encantado. No tienen una carta para peques específica pero saben bien adaptarse a ellos y ofrecer buenas soluciones para disfrutar toda la familia.
En definitiva un destino para repetir.
Restaurante situado en la parte alta de Tarragona.el local lleno de arcos muy bonito , con un encanto especial , las chicas súper atentas , un excelente trato , la comida ,unos entrantes buenísimos , segundos más de lo mismo y los postres ,,,,, un espectáculo, muy bueno todo , el cava súper frío .sin ninguna duda volveremos , para nosotros a supuesto un grato descubrimiento. Precio más que correcto , vale cada euro , muy top .
Sitio con encanto por los arcos que forman la estructura y que han sabido mantener para un bonito diseño. La cena muy rica, platos con sabor, bien emplatados. Pedimos para compartir el timbal de escalivada y la coca de sardina ahumada, combinaciones que no fallan. De segundo magret de pato, delicioso, tartar de atún y salmón bien cundimentado, bacalao con crema de calabaza y rodaballo. Sin pegas. La tarta de quedo rica y con el acierto de no poner la mermelada de vino tinto encima por su hay alguien que no quiere. Recalcar que agradecimos que nos dividiesen los entrantes para compartir mejor.
![4]( "Recensione")
Nos encantó la comida, la verdad es que creo que es una apuesta segura aunque era la primer vez que venía. El jefe de sala reparte las cartas y coge la comanda, también explica bien cualquier duda y da las recomendaciones pertinentes en comida o vinos. La camarera sirve las bebidas y platos. Todos los platos fueron exquisitos, los saquitos de trufa, el cochinillo era muy tierno y sabroso y los canelones crujientes deliciosos, aunque deberían avisar de que por dentro queman muchísimo! No se nota la temperatura por fuera, pero sufrí para comer el primer bocado. Los postres deliciosos igualmente, los saquitos de arroz con leche y canela son un postre suave, en cambio el coulant de chocolate negro con helado de café es un postre contundente, el coulant es casero y bien grande!
Lo único que desmereció el momento fue la espera desde que nos sentaron hasta que nos trajeron la carta y tomaron nota de bebidas. Esperamos unos 15-20 min viendo como se atendían todas las mesas menos nosotros. Nos dijeron 2 veces que ahora traían las cartas, que las tenían todas repartidas... Pero el restaurante no estaba lleno. Deberían tener más cartas disponibles... Si lo llenan como lo hacen? Creo que almenos traer las bebidas hubiera estado bien. Aunque luego la comida y la atención compensó, mi primera sensación fue muy desagradable, como si me ignoraran. Aún así lo recomiendo.
Una maravilla, una experiencia que seguro repetiremos lo antes posible.
Cada plato es una obra de arte.
El detalle de dividir emplatados los platos para compartir es una idea brillante y única.
Tanto cocina como sala, ¡espectacular!
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