Sitio espectacular, lugar con historia, antiguos baños árabes del siglo XII, se aprecian los restos en el propio local. Aparecen símbolos judíos y árabes mezcla que culturas. El mobiliario muy acorde al sitio con mesa amplia y sillas que me
Recordaban a la casa de mi abuela pero que pegaban con el entorno. En cuanto al servicio también de 10 muy atentos y servicio rápidos, claro está había cola cuando nos fuimos que sin duda merece la pena esperar.
La comida muy rica y bien condimentada, platos de elaboración media con equilibrio en los ingredientes una calidad alta. El precio muy razonable teniendo en cuenta la ubicación y la elaboración.
Comimos 4 personas sin postre por 65 euros. Vamos muy muy recomendable y que me gustaría repetir en mi próxima visita a Sevilla.
Lo único malo que puedo decir es que los aseos estaban bastante sucios y muy mejorables en este aspecto, aún así doy 5 estrellas por ser una puntuación global de 4?8 para mi.
Gran bar de tapas al lado de la Giralda. El interior es un auténtico Hammam (baño árabe) del siglo XII restaurado, lo que hace de este bar un sitio único con un ambiente increíble. Muy buen servicio y la comida exquisita y a muy buen precio.
Muy recomendado, volveré seguro.
José Ignacio Moreno Alvarez
+4
Aunque pareciese un sitio muy turístico por la ubicación, la comida es excelente (como solemos decir comida de chu chu).
A un paso de uno de los lugares más característicos de la ciudad de Sevilla, como es la Torre de Giralda y la Catedral.
Disfrutamos con lo pedido, que fue de primero para compartir crunch de mejillones, salmon plancha sobre torta de Ines Rosales y rematamos con unas tradicionales carrilladas y un revuelto de calabacion, jamón y queso viejo.
El personal joven, muy dispuesto y atento.
La ubicación del bar está en pleno casco histórico de Sevilla. El establecimiento por dentro es famoso porque se encontraron restos históricos que se pueden observar desde fuera. El local está aclimatado. Sin embargo, en la terraza ponen aspersores cuando hace mucha calor. Los precios son económicos para la ubicación que tiene. Los chipirones sobre arroz negro estaban muy rico (pedimos el plato). La ensaladilla (tapa) un poco sosa y las croquetas (tapa, 3 unidades) de jamón muy ricas. Merece la pena ir al local :)
Cervecería situada al lado de la Giralda, con tapas y raciones. Nosotros tomamos una tapa de pimientos verde relleno de carne con salsa de queso y cucurucho pescaíto, lleva tortitas camarón, boquerón,cazón adobado y algún calamar,muy bien precio calidad. El sitio por dentro tiene mucho encanto ya que son unos baños almohades muy bien conservados los techos,llama la atención una tumba en el suelo ,pero al parecer no es real. Sitio muy recomendable.
Bonito sitio, está en unos baños árabes y lo han arreglado para poner un restaurante. La comida buena, lo que no me gustó es que tenían mesas vacías y como éramos dos no nos las podían dar porque eran de 4
Unas tapas muy ricas y grandes. Nos encantaron el pimiento relleno y las setas (pongo fotitos).La ensaladilla era más normalita y el solomillo al whisky nada del otro mundo. Lo mejor, comer junto a la catedral, un lujo. No es muy caro teniendo en cuenta el sitio donde está.
El personal muy atengo y agradable.
Y aunque hay pocas opciones si tienes intolerancias, seguro que repetimos.
Bar en Baños almohades, literalmente, lugar muy bonito y peculiar donde comer. Fuimos de tapas. Me quedo de todo lo que comimos , con las tortillitas de camarones y las alcachofas. De lo que probamos esta vez. Repetiremos. La patata a la importancia no tenía gran sabor. Y el pimiento relleno tampoco era extraordinario. Precio está bien, sólo por el lugar es ya un detalle comer allí.
Es el bar donde han descubierto un hammam del siglo XII. La decoración y la conservación de los restos arqueológicos son magníficas. Buen servicio con personal amable y muy rápido. Los platos están bien hechos. Son recetas populares andaluzas. Para volver.
Es un local muy céntrico de Sevilla, en una calle que lleva a la Catedral y donde se puede ver la Giralda. El local fue unos antiguos baños arabes y se puede observar sus restos mirando al techo.
Buenas tapas típicas sevillanas, y buen servicio, el camarero fue muy amable con mucha simpatía, como se caracterizan habitualmente los ciudadanos de esta maravillosa ciudad, y estuvo muy pendiente.
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