Verónica del Castillo González
+4
Detallistas y muy buena calidad en los desayunos y además a buen precio. Sitio pequeño típico sevillano y algo incómodo depende para qué ocasión. Detalles como no tener gel de baño. Pero sopesando compensa al menos para desayunar. Habrá que probar próximamente su comida.
Bar de barrio, el sitio que me ha gustado más para desayunar. Como está un poco apartado de la zona turista, no hay mucha gente. El camarero muy gentil. Por muy poco hemos hecho un desayuno completo de bocadillo, café y zumo de naranja. Los bocadillos son muy buenos, sobretodo el de jamón.
La comida muy pero muy deliciosa, especialmente los huevos encebollados 🤩
Comimos allí por recomendación, y no nos defraudó. Sitio familiar, comida de siempre y trato agradable. Comimos la recomendación del día, una sartén de huevos con langostinos y base de cebolla, riquísima.
Desayunamos muy bien, con una calidad precio insuperable en los alrededores del barrio. Destaco el servicio, los camareros son muy simpáticos y amables
Bar de toda la vida con un servicio cercano y gente del barrio como clientes. Nos pedimos tostadas enteras de jamón y delicioso. El cafe, para los cafeteros como nosotros, genial.
Excelente tanto en la calidad como en el servicio, comida casera de verdad , imprescindible!!!
Me gustó mucho el sitio, lo llamaría un típico rincóncito :D Cruzcampo de la presión bien fría y un bocadillo con tortilla todo perfecto, gracias!
Borja Chamorro Santiago
+5
Qué buen trato por parte de los camareros. Super amables. La comida también rica, yo recomiendo los boquerones!
![5]( "Recensione")
MAGNÍFICO
Resulta que lo encontramos por casualidad buscando otro bar para desayunar que no llegamos a encontrar para nuestra gran suerte.
El entorno es maravilloso porque no hay tráfico al estar en una calle peatonal. El ambiente es totalmente familiar y del mismo modo el trato a la clientela.
Comida: aunque se puede también comer y tapear, nosotros somos habituales del desayuno y nos sorprendió la variedad e innovación en cuanto a tostadas entre las que me gustaría destacar las de melva con tomate, pringá con manteca colorá y mechá con tomate. A mí me gusta tomar manchado (un café más claro de lo normal) y sólo le costó a Manolo una vez para saber exactamente cuál era el color que a mí me gustaba. Otras veces pido té con leche y no hicieron falta muchas explicaciones la primera vez que se lo pedí para hacerlo justo como yo lo quería.
Se nota que disfrutan con su trabajo pues lo hacen con mucha alegría y cariño.
Lo que más aprecio de este sitio es que no sólo no te desprecian por "no ser turista" sino que te acogen como si fueras de su familia. A más de un bar céntrico hemos tenido que dejar de ir porque no nos atendían para desayunar por no ser turistas o sus cartas estaban orientadas sólo a ellos.
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