La Cata Vinos Y Tapas

Este bar cada vez que voy me gusta más. Es uno de los pocos bares que me pasa. Lo recomiendo al 100%. El bar no es muy grande, es mejor ir con reserva. El sitio está muy bien decorado con muchas cosas de vino, como cajas y corchos de vino por todos lados. El servicio es rápido y traen las cosas por orden, sin tener que esperar entre tapa y tapa y sin traer muchas cosas a la vez. La carta de vino es de lo mejor que hay por Sevilla ya que puedes pedir copas de infinidad de vinos de Andalucía y de España. Tienes un espejo con un gran listado de vinos con su precio por copa y además tienen carta de vino. Te puedes dejar aconsejar por ellos o pedir el que quieras. La comida es una maravilla. Todos los platos que he tomado están buenísimos y me sorprenden. Por poner algunos el taco de chicharrones de Cádiz está buenísimo, con una salsa que llena de sabor el taco, el pan bao de pringá está muy bueno, con su carne empapada en salsa, el steak tartar de retinto es espectacular, con una yema que deshaces al momento y un toque picante que resalta el sabor de la carne retinta, el arroz con carrillera buenísimo también, la tosta de anguila está sorprendentemente buena, el steak tartar de atún con trufa tiene un atún de una calidad brutal, y la torrija con helado de bayleys... para acabar no hay un postre mejor en Sevilla. La mejor torrija que he probado, el helado de bayleys está increíble y con la torrija es pura ambrosía. El precio depende de cuanto vino bebas, pero unos 15-30€ por persona. Está muy bien de precio para la calidad que tiene la comida.

El local es pequeño y acogedor, decorado con buen gusto. Todas las tapas muy buenas, por destacar alguna el timbal de pulpo y el pisto con huevo. Un pero le pondría al puerro con langostinos, a mi me hubiera gustado que lo pusieran a la plancha y no cocidos, más que nada por el contraste, para que en conjunto estuviera caliente. De postre pedí torrija con helado, muy buena.

Sitio espectacular para catar vinos y quesos, es lo mejor del local. Es un local pequeño, por lo que lo más seguro que si van un fin de semana tengan que reservar. Es agradable y el camarero nos atendió muy bien. Pedimos tabla de quesos, ensaladilla de puchero (a mi gusto sabía demasiado a menta, pero al resto de comensales que estaban conmigo les encantó), patatas bravas (un poco diferentes a lo que estamos acostumbrados) y dos postres espectaculares los dos.

Fuimos hace un par de semanas a cenar con unos amigos y está muy bien. Pedimos varias tapas para compartir: taquitos de salchichón, papitas bravas con curry, timbal de pulpo, tosta de bacalao, tosta de sardina con guacamole, tosta de sardina ahumada de la casa, pisto con huevo, setas con bacon al px con huevo poché, unas ostras y de postre pedimos la torrija y la tarta de queso. Nos gustó todo pero en especial las papitas bravas, las ostras y la torrija. Y el trato recibido fue genial, de 10. Repetiremos sin duda.

Un local con encanto. Tanto el vino como los platos, diferentes y de calidad. Abraham y su hermano encantadores y muy atentos. Muy recomendable la tarta de queso. Repetiremos seguro!