Situado junto a la plaza de San Lorenzo. Bodega típica sevillana, con una carta de tapas clásicas y con una relación calidad precio moderada.
El local no es muy amplio,pero puedes comer dentro del local o en las mesas altas que tienen en la puerta.
El ambiente del local es bueno y los camareros muy correctos y atentos.
Frente a la bodega tienen un salón para comer pero más en modo restaurante.
Si lleva más de 150 años por algo debe ser. Ha pasado por varias manos pero se mantiene el aire clásico de los bares de barrio del centro. Carta clásica con algunas actualizaciones. Los montaditos estupendos y el de chorizo picante único. El jamón muy bueno. Cerveza bien tirada y buenos vinos. En hora punta no se puede ni entrar. Que no cambie demasiado para llegar a los 200 años.
Llegamos y estaba lleno pero el camarero fue muy atento y enseguida nos busco un sitio.
Pedimos croquetas variadas, montaditos de chicharrón, San Lorenzo y pringa y el cachopo, que si bien no es del tamaño de clásico asturiano estaba muy bueno, cañas de cerveza y una copa de vino blanco afrutado que estaba muy bueno.
Menuda barbaridad de sitio.
El ambiente es de lo mejor y encima en tapeo es espectacular. Cualquier sitio es bueno para pedir, incluso si te quieres quedar de pie tomando algo en una esquina.
Si no sabes lo que pedir te recomiendo las patatas aliñadas con atún o las sardinas en aceite.
Los precios son razonables para las calidad que ofrecen.
Es la primera vez que voy y los montaditos, el ambiente y el servicios me encantó. Es perfecto para ir con amigos, además la localización es muy buena.
La comida espectacular y el servicio aún más. Súper bien atendidos por Carlos y su compañero. Estuvimos como en casa y éramos un grupo de dieciocho personas pero aún así el ritmo y la atención fueron perfectos. De cinco estrellas. Repetiremos.
Bodega centenaria con solera junto a la Plaza de San Lorenzo. Ideal para tapeo y probar sus vinos (moscatel, anaranjado, amontillado, palo cortado, fino, manzanilla,….) y vermut. Los chicharrones muy buenos. Personal muy profesional y amable.
Taberna de toda la vida del barrio San Lorenzo. Los montaditos están muy ricos, un poco más caro de lo que suelen valer los montaditos pero también es verdad que es que vienen muy completos. Pedimos huevos rotos con jamón que parece muy típico pero es que está exquisito.
También tienen variedad de vinos y te los ponen con la copa helada.
En la zona de fuera tienen taburetes altos con mesas altas.
Dentro tienes mesas bajas.
Los camareros atentos en todo momento.
Es justo lo que estaba buscando. Una bodega típica sevillana, con decoración a la antigua usanza, un trato cercano y profesional por parte del personal y un ambientazo acorde a la Sevilla antigua. Con estas expectativas cumplidas me senté en una de sus mesas interiores y pude disfrutar de una tapa de solomillo al whisky riquísimo, nada pesado. También pedí una tapa de solomillito de cerdo con salsa de pimienta negra que estaba...in-cre-i-ble. Todo ello acompañado de una bien tirada y fresquita cerveza Cruzcampo. Las tapas están muy bien de precio (la mayoría por debajo de 3 euros) y están bien servidas. Las bebidas también están baratas. El trato por parte de la camarera que me atendió estupendo, simpática y muy profesional. La comida se sirvió rápido, al igual que la bebida. Los baños están limpios. En general, un sitio estupendo. Si de verdad quieres disfrutar de la esencia de una bodega típica sevillana, tienes que visitar este lugar. Muy contento con las tapas y con la tranquilidad que tuve para poder leer un domingo, en el centro de la ciudad en un bar a hora punta. Gracias.
Luis M. Piozza Iniesta
+5
La perla escondida de San Lorenzo, en cuanto a tabernas típicas sevillanas se refiere.
Servicio inmejorable y de una profesionalidad que se agradece.
La cerveza con una temperatura y tirado perfectos, excelente carta de vinos y una cocina a medio camino de la tradición sevillana de tapas y la cocina fusión actual pero sin perder el norte y el buen criterio.
De su carta, todo es muy bueno pero para mi gusto los mejores platos/tapas son el cachopo, las croquetas, los chicharrones y todos los montaditos (especialmente el de pringá)
No vamos todo lo que nos gustaría porque el local es pequeño y la terraza está casi siempre ocupada, pero en cualquier caso es un bar de obligada visita para todo el sevillano y visitante que pase por el barrio de San Lorenzo.
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