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Reseñas Recientes
Un enclave extraordinario por su belleza preñada de historia y por la calidad de sus desayunos, y tapas, la mejor "pringá" de Sevilla.
Trato maravilloso. Las tapas riquísimas y el precio acorde con el tamaño y calidad de la ración. Somos de fuera y nos sentimos como en casa. Muchas gracias por la hospitalidad. Volveremos en nuestra próxima visita a Sevilla.
Situado en la calle San Luis, junto a la iglesia de San Gil. Bar pequeño pero muy acogedor y con una pequeña terraza a los pies de San Gil. De la comida no puedo opinar porque solo paré pora tomar unas cervezas,pero tienen una carta de tapas clásicas muy variada. El camarero muy atento y servicial.