Mª del Mar Cobeña Ruiz-Lopera
+5
Es un sitio de 10, de los que tienen más renombre en Sevilla y por algo es. He estado allí como invitada a un convite de boda y todo fue genial.
Este convite era un finger buffet, es decir, una recepción de canapés extensísima. Todos los canapés, que fueron muchos y muy variados, estaban deliciosos. Además, contamos con dos mesas, una de quesos y otros aperitivos, y otra para la barra libre con frutos secos, dulces y golosinas… una delicia.
La barra libre y el DJ estuvieron más que a la altura.
Los camareros fueron muy agradables y buenos profesionales. Tengo intolerancia a la lactosa y tanto el maitre como los camareros se preocuparon porque no comiera algo que me pudiera causar algún problema gástrico.
Para colmo, contamos con unas vistas preciosas, ya que el convite se celebró en la terraza y pudimos ver cómo atardece en el Guadalquivir con la Torre del Oro y el Puente de Triana como telón de fondo.
La vista es espectacular. El personal amable, simpático y atento a cada detalle. La comida muy sabrosa, en especial la degustación de quesos y el percance con el capuccino. Ideal para festejar aniversario o para despedirse de Sevilla. La noche que fuimos había una banda de jazz en vivo, lo cual sumó magia a la postal de la ciudad iluminada. Música suave, no invasiva. Sin dudas volvería, lo recomiendo!!
El lugar perfecto para una cena especial. El personal de sala muy atento siempre, la comida buena, una pena los postres, baja el nivel de todo lo que he nombrado. Con lo importante que es terminar con un buen postre, es el broche de oro de una cena perfecta. Por eso le bajo la valoración. Pero sin duda, un lugar recomendable. Volveremos.
Magnífico restaurante con una iefa de sala súper profesional. Bonitas vistas y muy buena cocina. Lo que no entiendo es la moda de tener unos aseos negros y sin iluminación, hay que contratar a un sereno para que te acerque al wc y no digamos si tienes que retocarte el ojo o los labios..vas apañada!!!!
Sitio de muy alta calidad en todos los aspectos, comida, servicio y ambiente. Probamos las cigalas a la plancha exquisitas como las angulas (precio alto) el jamón recién cortado de 10 y el solomillo de ternera jugoso y muy sabroso. Merece la pena la experiencia que vives comiendo en un lugar asi.
Paula Martinez Vaquero
+5
Pedimos en menú de tapas con maridaje de 85€ por persona. La comida nos pareció muy buena, en especial el tartar de atún con huevo y trufa y el arroz con pluma ibérica que hay en el menú. Mención especial al maridaje ya que combinaba a la perfección con cada plato, muy recomendado para gente poco experta en vino ya que te explican todo al detalle. Volveremos sin duda.
La semana pasada comí en Abades Triana un menú degustación de tapas. Elías del Toro, el jefe de cocina, nos contaba cada plato, todos deliciosos. Abrimos con una Espuma de naranja con fruta, creo que es uno de los platos que más he disfrutado este año. Luego unas
Vieiras con mantequilla noissette, muy ricas. Pero los Huevos fritos rotos con atún y trufa y pimiento del piquillo confitado eran espectaculares. Después un Pargo salvaje sobre Guiso de alubias con ternera y piparra y un Risotto con pluma ibérica trufada, lima y espuma de queso. Sólo escribirlo da ganas de volver. Acabamos con un plato precioso y muy creativo: Percance con el café. Un tiramisú nada empalagoso con petazetas y helado. Para ver, un Vino blanco Dolores Arjona, homenaje a la madre de los propietarios. Un blanco joven andaluz muy fácil de disfrutar, muy para disfrutones con uvas de Zalema, Listan de hUelva y Moscatel de Alejandria. Todo en la terraza con vistas al Guadalquivir. ¡¡Quiero volver!!
Es un restaurante de cocina andaluza de gran estilo, es todo impecable, desde el ambiente hasta el personal.. Es una meraviglia el ritual de cuando vinan los vasos antes de servirte el vino y hasta el excelente aceite te lo sirven con estilo. Nada que decir, elegante ambiente, vista magnifica y las seleccionadas recetas a la carta no deluden, todo de primera calidad. Felicitaciones a quien lo gestiona
Decir que el menú degustación es espectacular, mención especial para los huevos camperos con dados de atún.
Algo que mejoraría: la luz de las lámparas pequeñas de algunas mesas, más cálida, algo menos fuerte.
La presentación y calidad de cada plato de 10, todo buenísimo, la atención genial. Pedimos el menú tapas para cenar y nos quedamos más que satisfechos. Es un sitio caro, pero ya lo sabíamos, pagas la calidad y el sitio.
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