![5]( "Recensione")
Bar clásico del centro de Sevilla. Servicio buenísimo. Prefiero por el entorno la zona de dentro en vez de la terraza, pero en ambos sitios se está muy bien.
Al llegar pedimos un par de cervezas y una tapa de ensaladilla de pulpo a la gallega. Vamos por partes. La ensaladilla espectacular, sabrosa, muy rica. Pero lo de la cerveza en copa mediana...soy de los de vaso de caña o vaso ancho, pero en copa y además mediana, no, no.
Nos apuntaron en una lista para sentarnos, y mientras pedimos una segunda tapa de bacalao. También muy bueno y bien servido. En nada de tiempo ya estábamos sentados, en este caso en la terraza.
En la mesa nos ofrecieron su producto fuera de carta. En este caso huevas a la plancha. Es verdad que nos pusieron en vez de media ración una entera, y claro, muchas huevas y 12 euros. No estuvieron mal, pero tampoco fue algo del otro mundo.
Continuamos con media de bacalao con una bechamel, frutos rojos y pimiento rojo. Muy buena. Excelente la textura del bacalao y su acompañamiento. Por último, nos fuimos a la carne. Carrillada al vino de jerez en este caso. Para mi gusto quizás demasiado hecha. Le faltó un punto de sal, pero para ser media ración por 7,50 muy bien de cantidad. Todo acompañado de un excelente rioja con servicio en copa.
Lugar por supuesto que no se debe dejar de visitar. Un obligatorio en Sevilla, por su calidad, precio, todo a 44 euros y por supuesto por el gran servicio de unos auténticos profesionales.
Nos recomendaron pasar por allí a cenar, y no se equivocaban.
Tiene una terraza amplia, los camareros son agradables y atentos.
La carta está bien tanto para carnes como para pescados. Recomendaría pedir medias raciones para poder probar más platos.
Los precios son los esperables, la calidad de la comida está bien.
La limpieza, bien.
Si vas en hora punta es posible que tengas que esperar un poco para poder sentarte, pero el personal lleva el orden de espera en una lista, así que no hay problema.
Bueno-bonito-barato. Decidimos ir por la cantidad de reseñas y valoraciones positivas que tienen y la verdad ha sido un acierto.
Pedimos solo 3 medias raciones: ensaladilla, croquetas y solomillo, la comida es casera de toda la vida, estaba todo muy bueno. (Salimos a 24,90€ en total)
El camarero que nos atendió era veterano y gran profesional. Cenamos en la terraza, buen ambiente.
Trato genial.
Fuimos con mi hijo pequeño y nos hicieron hueco en un segundo para que estuviera fresquito mientras comíamos.
El trato muy bueno y la comida genial.
Buenísima relación calidad/precio.
Pongo 5 estrellas en la comida, porque no se pueden poner màs.
Todo recién hecho y casero. La cervecita " llorando". En Agosto da un gusto que no veas.
El servicio de 10 y los camareros muy graciosos al igual que profesionales.
Del postre ( mil hojas de nata), no me dió tiempo ni de hecharle una foto. Riquísima.
Esta reseña es de una cena que fuimos hace un año y se me había olvidado hacerla. La comida súper buena y el trato recibido por el camarero muy bueno también, muy amable y explicaba todo. Los precios para la zona normales no muy baratos pero tampoco muy caros.
Buen sitio tanto para comer como para cenar. Recomiendo reservar.
Servicio muy atento y además tienen el detalle de sacarte los platos en el orden que quieras y con tiempo entre ellos suficiente para comer (así se evita tener 5/6 platos en la mesa y tener que hacer malabares).
No hay foto pero recomiendo las gambas al ajillo.
Cantidad muy buena y sabores ricos.
Hay un parking de pago muy cerca
El primer bar que visitó en Sevilla para cenar algo rápido y me han atendido muy bien el camarero me ha recomendado algunas tapas y estaban todas muy buenas unos profesionales
Siempre que venimos acabamos encantados. Mi 10 al camarero Antonio, crea un ambiente cercano desde que te sientas en la mesa. Un gran profesional.
Volveré sin dudas.
Muy buena comida… y buen servicio
Había mucha gente pero nos quedamos esperando en la barra y comiendo tapas.
Lo único triste es que solo se podía comer las tapas en la barra y no en la mesa.
Local clásico con platos típicos pero de calidad. Reservad para no esperar. Vale la pena probar las zamburiñas y el pescado frito. Servicio impecable
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