Ropavieja

La atención de Alejandra ha sido magnífica. Casi todo lo que comimos (una familia de 8 personas) estaba rico, especialmente me asombró la presa ibérica, muy original. Ahora bien, no les doy las 5 estrellas porque pusieron un entrecot que no valía ni la décima parte de lo que costaba (más de 60 € pero nada comestible). Ese corte de carne no se debe ofrecer.

Tomamos el menú desgustación, propuesta que cambian todos los meses. Por 40€ he de decir que está a la altura de menús muchos más caros de otros restaurantes de renombre, y que llena y sales satisfecho. Calidad de producto, con sabores de verdad, de cocina de fondo, además de estética y servicio excepcional. Sin duda para recomendar y repetir y darse ese caprichito todos los meses y dejarse sorprender. De los 7 platos del menú, aunque es difícil elegir, quizás por sorprendentes me quedaría con el carpaccio de aceituna negra, y la torrija de ropa vieja, de esos plato que los pruebas y abres los ojos de la sorpresa!

Los entrantes de coliflor y croquetas muy ricos. El arroz estaba bien, en su punto. El postre de mousse de leche con galleta, nada del otro mundo. El servicio y la atención están bien, y el ambiente es agradable, aunque pasamos mucho calor ya que parece que tenían problemas con el A/A. Físicamente es un ambiente mono, pero los elementos se notan que son de bajo coste y tiene algunos desperfectos.

Fuimos allí con un Groupon y seguro que volveremos. La propuesta gastronómica es curiosa y sorprendente (probar su remake de ensaladilla debería ser obligatorio) y la calidad de su producto es excelente. Si tuviéramos que poner una pequeñísima pega, el arroz meloso era más bien 'caldoso', pero con muchísima potencia de sabor y muy cargado de ingredientes. Volveremos

No doy más estrellas porque no las hay! Fuí a comer con la familia y fue una experiencia maravillosa. La atención fue de 10: el chico educadísimo, nada invasivo, nos recomendó platos que fueron todo un éxito. Se nota la calidad de la comida, la buena presentación, y el sabor, más que increible. Recalco el bacalao, el tartar, los chicharrones de atún y las croquetas de solomillo. Salimos de allí llenos, felices y encima el precio bastante bien. Calidad precio inmejorable. Repetiré sin duda!