José Vega Rodríguez-Vita
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Muchos años volviendo a Santiago, y sigue siendo visita ineludible. Empanadas sin igual, pulpo exquisito, y buen marisco, todo en un ambiente fantástico.
Gracias por seguir manteniendo este rincón gastronómico.
ottima trattoria in Santiago..tutto squisito..il polpo alla gallega..il granchio...le vongole..i percebes..le cozze marinate..il dolce..e poi basta perché non mi ci stava più nulla..andateci...merita
Visita obligada si vas a Santiago.
Comida sencilla, sin lujos, una taberna de toda la vida.
Recomiendo ir pronto o sin prisa. Ya que la Taberna es pequeña y tiene pocas mesas. A nosotros nos dijeron que una hora de espera, que se quedó por suerte en 40 minutos. Merece la pena la espera, solo hay que hacerse de un hueco en la barra y tomarse unos vinos mientras tanto.
La comida no fue de sobresaliente, pero estaba buena. Y además es que el sitio tiene su encanto y te sientes a gusto.
Excelente lugar. Es un sitio saturado de turistas pero la comida es espectacular. El lugar es para tomar tapas, comer mariscos frescos y deliciosos en la zona.
Altamente recomendable. Sin duda volveré
Simplemente delicioso. Productos de primera calidad en un bar que debe mantener su esencia desde hace muchos años. La atención es amable y rápida.
Ojo, suele estar lleno, por lo que hay que esperar. La ventilación tendría mejorar.
La comida es inmejorable, con una calidad/precio que en pocos sitios se encuentra hoy en día. Pedimos pulpo (el mejor que hemos probado hasta ahora en Santiago), almejas, pimientos padrón y la empanada de pulpo (100% recomendada). Todo buenísimo, acompañado del típico pan gallego casero, que hoy en día también se echa de menos. El servicio rápido y agradable. Lo único, es cierto que se junta mucha gente, pero si consigues mesa eres un afortunado y no vas a comer mejor en ningún otro sitio!! Eso si, ve pronto que se llena!!!
No debes pasar por Santiago de Compostela y no pararte en el Gato Negro a comer o cenar . Lugar pequeño y pintoresco con protección cultural. Comida de primerísima calidad con unos precios muy buenos. Abren a las 12:30 h y ya hay cola en la puerta dado que no admiten reservas. Si llegas más tarde tienes que apuntarte y esperar tu turno para que quede una mesa libre , pero realmente vale la pena. Está en el mismo Vasco antiguo De Santiago muy cerca de la catedral. Pide lo que quieras, todo está muy, muy bueno y preparación en su punto justo
Recomendable en Santiago. Taberna correcta para un picoteo, aunque nada de lo que probamos destacó. No hay reservas, te apuntan y esperas mesa.
Acudimos el sábado pasado para almorzar. Pasamos de los primeros, tuvimos mucha suerte. La atención por parte de nuestra camarera de 10. Pedimos pulpo a la gallega, pimientos de Padrón, queso gallego y chocos en su tinta. Estos últimos…¡un espectáculo! ¿El único pero? Le hablamos de buenas maneras a camarero calvo, con tatuajes, para una botella de agua. Y nos contestó borde y sin pararse “con mi compañera”. Te corta un poco el rollo.
Taberna antigua con encanto dónde es complicado coger sitio porque suele estar siempre llena. Las raciones tienen una buena relación calidad y precio. Recomiendo probar sus empanadas y los mejillones en escabeche. Destacó la atención del chico que atiende las mesas
Visita imprescindible en Santiago.
Es un local pequeño por lo que se llena en seguida y hay que hacer cola.
Nos encantaron la empanada de congrio, los mejillones en escabeche y los berberechos.
Que sítio y comida espectacular! Es maravilloso encontrar esas preciosidades en una ciudad como Santiago de Compostela. Se siente que está de verdad en un sitio auténtico y con historia, muy contento con la experiencia aquí. Se puede demorar para encontrar una mesa, es verdad, pero es el precio por un sitio con identidad y que la gente tiene que aceptar. Muchas gracias por hacer el final de esta peregrinación aún más especíal.
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