Mr. Chu

Espectacular. Reservamos para las 8:30 y fueron muy puntuales. Desde el primer momento nos trataron con muchísima amabilidad y se portaron genial con nosotros. El personal es muy amable y se preocupa por el cliente. Cuando el camarero te atiende en la mesa te pregunta si hay algún tipo de alergia o intolerancia, en mi caso yo soy vegetariana y adaptaron el menú degustación a mí. Puedes probar tanto el menú degustación como diferentes platos que tienen en la carta. Nosotros solo probamos el menú, y la verdad que todo un acierto porque absolutamente todos los platos eran exquisitos. Es verdad que picaban un poco, pero aún así 10/10. Le comenté al camarero que el último plato le había picado bastante y me ofreció cambiarlo, aunque no quise. El ambiente es tranquilo, con música muy estándar para todos los gustos. El local es muy acogedor y agradable, con motivos asiáticos y decoración muy original escogida con muy buen gusto, seguramente sea uno de los reclamos del local porque es completamente diferente a lo que estamos acostumbrados a ver en Santiago. Sin duda una experiencia que merece la pena. Repetiría.

Ubicación privilegiada, en una de las viejas calles con encanto que tiene Santiago de Compostela, a 3 min caminando desde la Catedral. Calidad de comida, inmejorable. Si es la primera vez que visitáis el local, no podéis dejar de degustar el menú cerrado que ofrecen. Probareis una muy buena elaboración asiática, la cual respeta su materia prima gallega y no disfraza el producto tipico con exceso de condimentos ni salsas. El personal de 10. Desde la primera toma de contacto en las puertas del local, y durante todo el servicio. Son discretos, atentos y muy resolutivos. Como curiosidad (detalle reseñable positivamente pues no es lo habitual), el personal de sala no solamente se dedica al bienestar del comedor, sino que también colaboran activamente con el trabajo de cocina. La deco es espectacular, digna de dejar embobado a cualquiera mínimamente curioso por este estilo de decoración. No podéis dejar de haceros la foto típica del local, tiene una iluminación y ambientación idónea para inmortalizar el momento. 100% RECOMENDABLE

Local acogedor que puede pasar desapercibido, no se identifica bien desde fuera. Los baños son muy originales, merece la pena visitarlos aunque no hagas uso de ellos. Un menú de 30 €, abierto, con buen producto y elaboración. Excepcional trato y servicio. Totalmente recomendado, otro lugar más de referencia en mis visitas a la ciudad.

Un amigo y yo decidimos acudir a este lugar un sábado por la noche. El primer turno estaba completo así que nos apuntaron para el segundo. Desde fuera, este restaurante queda "oculto" a la vista, pues el edificio anodino en el que se halla, no genera ninguna expectativa de lo que uno se va a encontrar una vez atraviese la puerta de entrada. El "shock" por el contraste está asegurado. Una vez dentro, una cortinilla oriental separa el hall de recepción del comedor. Atravesando esa cortina, la decoración y la música te sumergen inmediatamente en un ambiente asiático moderno. El techo está decorado por una especie de cuencos de diferentes colores, mesas y butacas bajas y alguna luz de neón bien repartida, que incluso recuerda ligeramente la estética de películas como "Blade runner". El menú incluye una serie de mini platos que cambian por temporadas, y que te van trayendo y explicando. Todos están bastante aceptables, sin llegar a la excelencia. El postre y las bebidas se incluyen también en el menú por 30€. Existe la opción de tomar sake (no incluído en el menú). El servicio es atento y dialoga con la clientela frecuentemente. En definitiva, este lugar es ideal para vivir una nueva experiencia y dejarse sorprender por lo que allí se encuentra.