Míguez - Helado Secreto

La pastelería es de renombre. Almorcé allí comida que tenían preparada. El precio me pareció algo excesivo para la calidad y la cantidad del producto. De postre pedí un dulce que decía que estaba relleno de crema de naranja. El color de la crema era naranja, pero sabía a crema de avellanas, excesivamente dulce. Sigo buscando la naranja. Los lugareños compraban pan. Tendría que haber hecho como ellos.

Casi siempre está lleno de gente, por algo será. Todo está riquísimo y no es excesivamente caro, no sabría qué recomendar porque todo está bueno. Por poner una pega, eso, siempre está lleno. Las chicas te atienden rápido y son amables. Para los que se quejan del personal... A ver, no se van a poner a darte conversación cuando están hasta arriba de gente y hay más personas esperando... Pero, como he dicho son amables y eficientes.

Soy un cliente relativamente habitual, pues acudo de vez en cuando. El sitio es pequeño pero recién reformado, adaptado para personas con discapacidad y muy agradable en general, pues hasta han puesto una fuente de agua con vasos para que los clientes puedan servirse de forma gratuita. El lugar es ideal para desayunos y meriendas momentos en los que siempre suele estar lleno o casi lleno. Tienen una amplia variedad de productos para todos los gustos, quizás demasiados para ser capaces de hacer todo bien, pues por el precio de medio a medio-alto que se paga la calidad no suele estar acorde. En cuanto al servicio, fuera de momentos puntuales en los que he visto a alguna de las chicas ser un poco grosera con algún cliente, son simpáticas y educadas por lo general. Lo único que tendrían que mejorar considerablemente es la organización, pues a pesar de estar siempre varias personas trabajando, el servicio suele ser muy desorganizado y lento, llegando a que incluso un día que yo andaba algo justo de tiempo, tuve que pagar y marchar sin haber podido consumir. Fuera de eso todo ok.