Restaurante Rey

Llegábamos muy cansados del camino , era tarde y buscábamos un sitio que nos dieran de comer , no esperábamos gran cosa y descubrimos un camarero súper amable con un trato cercano y familiar , la comida casera y súper rica , una sopa de marisco que nos supo a gloria , nos hizo sentirnos como en casa .

Empezaré diciendo que en realidad es un 4.6. Es un sitio de toda la vida de comida tradicional muy bien preparada, sabrosa, rica y muy bien de precio. Cuando vas, vuelves. Los baños, punto siempre importante para mí, estaban impolutos. Y el camarero y dueño sigue haciendo su trabajo como toda la vida, con simpatía, amabilidad y un trato inmejorable. Jamás una mala cara.

Llegamos a Santiago después de llegar de hacer el camino, nuestra sorpresa fué que cuando buscamos un sitio para comer, estaba todo lleno, además de menús caros y dedicados al turismo. Después de buscar entre las calles y salir del tumulto, encontramos el restaurante Rey que cumplía al 110% con el espíritu del peregrino. Comimos un menú dentro de un precio razonable y con una elaboración casera, riquísimo. Muy recomendable. También tenemos que destacar la amabilidad del camarero, el regente del restaurante, Suso, una persona cercana, amable y atenta. Recomiendo no olvidar estos restaurantes y salir de las calles más turísticas porque puedes perderte estas joyas de la gastronomía y la atención. Muchas gracias Suso.