Restaurante Maria Castana

Fuimos a cenar de raciones. Tomamos chicharrones con queso, chipirones y raxo. Todo espectacular, sobre todo el raxo que estaba muy fresco y blandito. Para beber tomamos vino tinto de Valdeorras y Rioja y para terminar café. El camarero que nos atendió muy amable. Nos arregló la mesa que estaba algo coja y nos saco fotos. Pagamos unos 20 euros por persona. El comedor tiene unas estufas que lo mantienen calentito. Lo recomiendo.

Sencillamente espectacular. Esta preciosa tasca de piedra tenía un ambientazo cuando llegamos pero encontramos sitio de milagro. El servicio rápido y exquisito y la comida para chuparse los dedos. Un acierto venir recomendados. Todo estaba buenísimo pero los platos estrellas fueron los mejillones en crema de erizo y los chipirones maría castaña, de último, el tiramisu que fue una locura.

Taberna situada en el casco antiguo de Santiago, a escasos metros de la catedral, con esa esencia clásica/rancia, que augura que vas a comer bien. El restaurante es pequeño pero está muy bien aprovechado, la terraza muy curiosa y pintoresca com la sombrilla como techo. Comida casera con platos típicos y producto local. A destacar mis mejillones, muy bueno. Suele estar bastante concurrido. Recomendable.

Llegamos sin reserva y tuvimos la suerte de coger una mesa y de momento nos cogieron la comanda de bebidas y acto seguido comida, le pedimos opinión acerca de la cantidad y nos aconsejó no pedir mas hasta terminar, aun asi pedimos otro plato y postres debido a lo bueno que estaba todo... Raciones suficientes (un poco mas generosas no estaria mal) sabor buenísimo, producto de calidad y a precio normal, el servicio rápido. Enhorabuena por vuestro trabajo.

Fuimos allí a cenar. La verdad es que llegamos sin reserva y nos atendieron en seguida (y eso que estaban a tope). El local tiene una ambientación de taberna local con una pequeña placita semiabierta en un lateral que le da bastante encanto. El personal estuvo atento en todo momento a nuestras demandas. Pedimos volandeiras, pimientos de padrón bonito y chipirones, todo ello muy rico en especial los chipirones y los pimientos (también porque a mí me gustan mucho ambas) pero los otros dos platos también estaban muy sabrosos. Repetiríamos sin dudar.