Cre-cotte

Es uno de mis locales favoritos, ubicación única en la Plaza de la Quintana...cómodo y servicio superamable,la comida está muy rica y los postres de chuparse los dedos. Yo fui a mediodia porque está un poco más tranquilo, por las noches está abarrotado. El servicio es de 10,con amabilidad y simpatía hasta se come más a gusto.

Es un restaurante familiar precioso en el que se come de lujo. Tengo la costumbre de ir cada vez que hago algún tramo del Camino y llego a Santiago. Siempre son súper amables con los clientes y cuidadosos con la presentación de los platos (además de estar deliciosos). La ubicación también es inmejorable, al ladito de la catedral. Lo recomiendo cada vez que alguien me dice que va a visitar la catedral de Santiago de Compostela.

Comida para tres: Delicias de marisco fritas, 2 crep bretona y 1 vikinga, tarta de almendra con helado de chocolate blanco y sirope de frutos rojos, Coulant de chocolate con helado de mango y yogurt griego con compota de manzana. La comida muy buena aunque los crep llegaron algo frios para nuestro gusto. El servicio muy bueno. El local es precioso, en la parte antigua de Santiago, en la plaza de la Quintana. El único inconveniente es que hay mucho eco y si hay lleno, el ruido ambiente es demasiado alto. Volveremos!

Sorprendente..salimos de abrazar al santo por la puerta de atrás y estábamos tan cansados que nos sentamos aquí,pensando que nos iban a clavar y la comida no sería muy allá, pues me equivoqué, menú económico, 14€, aunque nosotros comimos de carta, ensalada templada riquísima, Carrilleras de Iberico con salsa de Mencia y Pulpo a la plancha con grelos..de verdad espectacular todo, y los camareros muy simpáticos. Recomendable 100%