Restaurante San Jaime

Restaurante correcto. Unos 35e/persona comiendo bien con vino, café y postre. Calamares muy ricos, croquetas regulares tirando a malas, ensalada correcta. Los arroces ok de sabor, pero con el arroz pasado de cocción (grano abierto) y con excesiva sal, especialmente el de “marisco”. El tamaño de las raciones es correcta.

La zona de barra es pequeña, pero en la planta de arriba tienen la.parte de restaurante y está muy bien. Con decoración muy cuidada. En mi caso íbamos dos personas y el precio nos pareció muy bueno. Pedimos una mariscada para dos, vino, un postre a compartir, agua, dos cafés y chupito y el total no llegó a 100€. Así que muy bien. El trato del servicio fue muy correcto. Yo si vuelvo a Santiago, repetiría en este sitio.

Encontramos este sitio en las reseñas de Google, leyendo comentarios nos pareció que tenía muy buena pinta, así que decidimos reservarlo para comer en nuestra visita a Santiago. Nos pedimos para compartir, almejas a la marinera, zamburiñas, grelos con jamón y raxo con patatas, la verdad que todo estaba buenísimo y nos lo sirvieron en los tiempos correctos para que no fuese todo de golpe. De postre tomamos el coulant de chocolate y la tarta de queso de tetilla con membrillo que estaba espectacular. Lo único que no me gustó es que cuando nos trajeron la cuenta intentaron cobrarnos un vino más caro del que habíamos pedido, que por suerte nos dimos cuenta, esa picaresca es muy común en los restaurantes y la verdad que no me gustó nada. En cuanto al precio de la comida fueron unos 40 euros por persona.

Fabuloso. Gran producto bien elaborado con buen servicio en un bonito local muy cerca de la catedral. Precio muy correcto y ajustado considerando la calidad global. Mención especial a los arroces. Probamos el meloso con rape, almejas y zamburiñas y el negro con chocos y vieiras, y ambos en su punto con gran sabor y perfecta textura; atención a las cantidades !!!: con un arroz para dos pueden comer perfectamente tres si se comparten unos entrantes. Atención también a la tarta de queso con membrillo para rematar.

Restaurante muy recomendable. Comimos allí y todo excelente. Tuvimos que reservar. El ambiente es muy tranquilo y agradable con un muy buen servicio. La comida muy buena. Las almejas a la marinera muy ricas, quizás demasiado cebollino, pero repetiría y el pulpo perfecto. La tabla de queso escasa. El rayo (lomo) muy rico y tierno