A Táboa De Picar

Hemos hecho una escapada de 3 días a Santiago y hemos venido 3 veces a este maravilloso lugar, con vistas a la catedral y unos camareros excelentes, todo lo que hemos comido ha estado riquísimo y uno de nosotros es un cocinero con más de 40 años de experiencia. Muchísimas gracias en especial a una camarera joven que nos atendió de 10!

Totalmente recomendable, si estas por la zona y buscas un buen sitio para comer 👌 Hemos probado diferentes platos y estaba todo riquísimo. Destacaría el bacalao y las croquetas de nueces, manzana y queso, espectaculares 🤤 Es un sitio acogedor y con bonita decoración 🫶 A destacar la amabilidad del personal y el buen rollo además de estar siempre atentos ✌️

Es el lugar ideal para comer bien y barato. Tienen una carta variada, que va desde todo tipo de raciones a tostas y hamburguesas. Está genial para ir con un grupo de amigos y picar raciones diferentes. Las cantidades son bastante abundantes. Recomiendo especialmente las croquetas y los calamares. Diría que lo más flojo son los postres. Por otra parte, el ambiente del restaurante es muy bonito. Por dentro está bien, pero sobre todo recomiendo reservar en la terraza si hace bueno porque tiene unas vistas impresionantes de la catedral.

Hemos parado aquí de casualidad mientras paseábamos buscando un sitio para cenar en nuestro segundo día en Santiago y ha sido un gran acierto. El servicio a sido de 10 desde el principio hasta el final. Hemos cenado un par de tortas de verduras con queso de cabra y de secreto con alioli, unas patatas con queso y una croquetas de gambas al ajillo, en una preciosa terracita con vistas a la catedral. Todo exquisito! Repetiremos sin lugar a duda en nuestra próxima visita por estas tierras.

Los langostinos crocantes de sabor muy buenos y el alioli muy bueno, no obstante, precio elevado ya que salen a 2e unidad. Los calamares excesivo rebozado y no nos comentaron que venían con patatas. El raxo muy bueno con esa salsa de soja. Los postres: tarta de chocolate blanca buena aunque cambiaría el sobao por galleta y el semi frio con frutos rojos flojo.

Restaurante increíble, fuimos a comer o cenar todos los días desde que lo descubrimos cerca de nuestro hotel. Nos sentamos siempre en la misma mesa cerca de la ventana que tiene vistas a la catedral, la camarera nos reconoció desde la segunda vez que fuimos y siempre nos ofreció la misma mesa. Las camareras fueron muy amables y pacientes. Se come muy bien por un precio muy asequible. Las croquetas de espinacas están muy ricas y las patatas con el queso gallego fundido están para chuparse los dedos, mi pareja se comió un plato de chipirones y lo disfruto mucho. Creo que es una parada necesaria en Santiago, pero pidan reserva, porque nosotros solo conseguimos mesa porque íbamos antes de que abriesen cocina y nos hacían el favor de darnos la mesa porque tenían todo reservado. Si son personas que disfruten de la acidez de los frutos rojos, es necesario que pidan el semifrío de postre, está riquísimo. No hay foto de los chipirones porque no me di cuenta, pero era un plato bastante grande que viene con patatas. El plato de carne creo recordar que era raxo.

Bonito lugar para comer bien y barato. Dispone de una preciosa terraza-jardín con vistas a la Catedral. Tienen menú del día con 1°, 2° y postre por 12€, que está muy bien. Nosotros el día que fuimos comimos ensalada con salmón, crema de verduras, ragú de ternera y merluza en papillote. Muy recomendable.