Garbo Trattoria Moderna & Cocktail Bar

Un lugar imprescindible donde disfrutar de la auténtica cocina italiana que además es un proyecto familiar llevado por una pareja encantadora. Cualquier excusa es buena para pasarse por Garbo. La pasta pappardelle al ragú, increíble; la amatriciana, imprescindible; la carbonara, la mejor que puedes comer. Por no hablar del postre… Y el espresso martini es el mejor que me han preparado nunca. Recomendable por cien.

Comimos al medio día y nos gastamos 20 euros por cabeza. Pedimos dos platos, y café leche, más una bebida por cabeza. El primero Polpete con una salsa riquísima, y el segundo; pasta carbonara. Buena comida y servicio rápido. Quizás la única pega que le puedo poner es poca cantidad para el precio que es.

Creo que es el tipo de sitio que faltaba en Santander. La carbonara espectacular, generosa con el guanchale abundante. Pedimos una tabla mixta de embutidos y quesos como entrante, todo buenísimo. El tiramisu si te queda sitio para el postre es imperdible. Además, gracias a la simpatía de Giorgio y Berta que nos recomendaron volver por la noche para probar uno de sus cócteles, en definitiva salimos encantadisimos. (Añadido en la segunda visita) Después de unos meses, volvimos a Santander y no podíamos perder la experiencia de volver a comer en Garbo. Esta vez acudí embarazada y no dudaron no un segundo en ofrecerme todas la información acerca de los platos que podía comer debido a las limitaciones de las embarazadas. Todo riquísimo pero a destacar los angnolotti de mortadela y espárragos: simplemente increíbles. Gracias a Berta y Giorgio y al resto del equipo por ofrecer una experiencia increíble.

Local con un estilo vintage muy guay, servicio profesional y atento a todo y la comida... Auténtica!! Verace!! Necesitaba algo así hace mucho. Me han hecho volver a Italia gracias a sus obras de arte. Platos de la tradición adaptados a los tiempos de hoy además de unos muy buenos licores caseros para acabar una magnífica cena. Un sitio al que volveré sin dudarlo. Grazie!!

Una auténtica trattoria italiana para ir, no solo en ocasiones especiales, sino una vez tras otra. La comida, exquisita; y el trato, todavía mejor. Se nota que es un local familiar en el mimo que depositan en todos los detalles y, por supuesto, en el sabor de sus platos. La tagliatella al ragù bianco de cordero, súper recomendable. Se ha convertido en uno de mis platos favoritos, sin duda. El tiramisú, imperdible. Nos contaron que se trata de una receta familiar a la que le han dado un toque actual y, desde luego, han acertado. Volveré siempre que pueda! Imprescindible visita si vienes a Santander; y conocer para comer, cenar o tomar el aperitivo cualquier día, si tienes la suerte de vivir allí ☺️