Restaurante Museo Maritimo Del Cantabrico

El museo marítimo fue la gran sorpresa del día. Me esperaba que iba a ser una visita menos amena y que sería corta por haber pocas cosas que ver y fue todo lo contrario. Se divide la exposición en 3 plantas en las que se pueden ver barcos, objetos antiguos, huesos de ballena y la parte que más disfrutan los niños que es el aquarium. Las vistas desde el ático del museo son bonitas y la parte de arriba dispone de un bar-cafetería que tiene pinta de zona de eventos.

Buen espacio museístico, grande, completo y extenso. Lo mejor son los acuarios y el laboratorio. También la terraza, con buenas vistas, está muy bien. Lo demás es muy interesante, aunque algunas vitrinas y maquetas están algo viejas y polvorientas. El personal, muy amable y profesional. Es una lastima que la cafetería, amplia, bien dotada y con fenomenales vistas, no esté en funcionamiento, septiembre 2023, pues sería un espacio muy agradable para descansar después de la visita. Faltan explicaciónes en otros idiomas. Se aparca con facilidad en las inmediaciones.

Lo encontramos por casualidad y decidimos entrar. Se trata de una nave reconvertida en asador de carnes y pescados de Cantabria en el dique de Gamazo. El local esta decorado muy rustico pero agradable. Miguel uno de los camareros nos aconsejo muy bien. Los rollitos de berenjena rellenos muy buenos, asi como, los taquitos empanados. La ventresca deliciosa y unas simples albóndigas estaban inmejorables, las recomiendo. Si volvemoa a Santander seguro que vendremos a comer a este sitio.

El museo esta muy bien organizado en las 4 plantas. En todas ellas hay personal explicándote el recorrido para seguir. El acuario es pequeñito pero tiene muchas maquetas de barcos, objetos que se utilizaban antaño para la pesca, muchísima información, etc. La entrada cuesta 8€ y la reducida 5€; también se pueden conseguir con el bono cultural.

Espectacular, nos gustó muchísimo el museo, las trabajadoras nos dieron un trato excelente, en especial una de ellas que estaba en la zona de acuarios que nos explicó varias curiosidades cómo los huevos de tiburón y la sardina de dos cabezas que hicieron de la visita inolvidable. Mis hijas salieron encantadas. Volveremos sin lugar a dudas.

Me sorprendió. Ojo, es muy difícil aparcar cerca. Al entrar te indican cómo hacer el recorrido, entendimos para evitar aglomeraciones pero fuimos en sábado y con un buen día así que hubo muy poca gente, toda en la playa. 2h de visita. En la 1a parte de museo tienen muchas vitrinas con maquetas de barcos a escala, explicación del modo de pesca en tiempos atrás, utensilios, etc. Después en la parte de Acuario, tienen muchas especies de animales, está muy cuidado. Para acabar pasas por la parte de investigación y cria de medusas, también hay animales disecados y en botes, no me hizo gracia pero es educativo. Puedes subir a terraza para ver la bahía.