Kaneda

Lugar pequeño pero con buen ambiente, recomendable reservar. La comida muy buena, las gyozas riquísimas, y el ramen bastante rico también. El camarero muy majo y atento. El único problema que hemos tenido ha sido por el horario de los turnos. Tenía reserva a las 21 para cenar, nos han sacado primero el picoteo y los ramen han salido a las 22.20. El siguiente turno debía ser a las 22.30 por lo que nos han traído la cuenta al empezar a comer el ramen, sin opción a poder pedir un postre por lo que no podemos opinar de ellos, creo que esperaban menos gente de la que hubo, una pena.

Comida muy rica. Fuimos mi pareja y yo a cenar. Gyozas de vaca para compartir, riquísimas aunque algo caras, y un ramen cada uno que estaba buenísimo, con muchísimo sabor y cantidad. El local no es muy grande y tuvimos que cenar en la barra, que nos ofrecieron en la reserva telefónica. Una pega es que tardaron mucho entre la entrada y el principal. Hace falta alguna mejora en el servicio en general, pero si te gusta este tipo de comida es un buen sitio para ello.

Vinimos por recomendación de un amigo. Y la experiencia superó con creces las espectativas. El local chiquitito y acogedor, sencillo pero con mucho encanto. El personal majisimo. Y la comida brillante!! qué rico todo!! Pedimos Gyozas de cerdo: sublimes. Costillas picantes: se deshacían en la boca, qué jugosas! Y la salsa para chuparse los dedos. Acabamos con dos Baos de tuétano. Sorprenden, de este plato me quedo más con la textura que con el sabor. Un placer. Volveremos a probar los Ramen, nos quedamos con muchas ganas.

Fuimos este sábado a cenar cuatro personas, nos presentamos antes de la hora y la camarera, gran detalle, nos avisó que teníamos lista la mesa avisándonos en el bar donde fuimos a hacer tiempo, al sentarnos nos cambio de mesa a otra más tranquila, ya que había un grupo ruidoso al lado de la nuestra; el camarero nos sugirió los platos en función de la cantidad, y desde luego acertó. Empezamos con unas gyozas de carne exquisitas, con un equilibrio entre sabores picantes y ácidos, magnífico comienzo. Continuamos con un Chili crub, con sus panecillos y una salsa increíble, el ramen Kaneda estaba muy bueno, y las raciones sacian por su cantidad, el postre estupendo, tarta de queso con un recuerdo salado, y copa de helado de queso con salsa de remolacha y nube de frutos rojos, espectacular. Al acabar el servicio el cocinero se avino a hablar con nosotros, personal super eficiente y amable, la cena un éxito, tal has ido de positiva la experiencia, que pagamos y directamente reservamos mesa para otra noche. DE DIEZ.

Local pequeño pero muy acogedor y las mesas bien distribuidas y con espacio. Varios camareros y personal en cocina lo que hace que la atención sea rápida y correcta. La carta en QR con cosas para picar, ramen y postres. El ramen Tonkotsu buenísimo y las gyozas de cerdo muy muy ricas, también pedimos el wok de verduras chinas y muy abundante y con sabor. Si echamos de menos que al no haber ni ceviche ni kimchi no hubiera nada para reemplazarlo fuera de carta. No pedimos postre porque además de que las raciones son abundantes y ya no podíamos con más seguro que volveremos para probar el resto de carta.