El Serbal

Tenía muchas ganas de ir y nos encantó, relación calidad precio muy bien teniendo en cuanto que tiene una estrella Michelin. Repetiría sin dudarlo, la lubina estaba espectacular, tomamos el menú gastronómico que tiene menos platos que el degustación ya que fuimos a cenar y de hecho al postre nos costó llegar ya que quedamos muy llenos.

Puedo decir, sin lugar a dudas, que es uno de los sitios en los que más he disfrutado!!! Es cierto que vas sobre aviso porque tiene una estrella Michelín y esperas que todo sea perfecto pero la noche superó las expectativas. Muy muy bien. Salón no muy grande, a pie de playa, con unos ventanales impresionantes. Hilo musical tranquilo, agradable y sin ninguna estridencia. Servicio agradable y profesional. Y para empezar, un pequeño gran detalle: una copa de cava. Buen inicio!! Optamos por el menú gastronómico (66€) y salimos encantados. * Tres aperitivos de entre los que destaca el de anchoa por su potencia de sabor y en el que el Tomatito cherry está un poco por debajo de sus compañeros. * Entrante. Arroz con chipirones y un gambón a la brasa. No he comido un arroz más rico en la vida. Muchísimo sabor en el arroz y en su punto. * Merluza con una cremita de coliflor. Increíble ambas. La cremita....una sorpresa absoluta. Y la merluza, se deshacía. * Presa al carbón. Increíble. Sorprende la presentación y el emplatado y lo que es mejor todavía....sorprende el sabor que tiene. Espectacular. Preparado al punto. Increíble. * Postre. Helado de queso.....delicioso!! Precio final 72€ por persona incluyendo un albariño cántabro y una botella de agua grande. Lo dicho: una de las mejores experiencias de las que he disfrutado. Volveré sin duda.

¡Oh, El Serbal! Un rincón culinario que lleva la excelencia a otro nivel. Mis papilas gustativas aún están de fiesta tras mi visita a este paraíso gastronómico. Este restaurante merece una ovación de pie, y aquí está mi reseña, con un toque de creatividad y diversión. Desde el momento en que puse un pie en El Serbal, supe que estaba a punto de embarcarme en un viaje culinario inolvidable. El ambiente es tan elegante como acogedor, con una decoración que combina a la perfección lo moderno y lo clásico. Las luces tenues y el suave murmullo de los comensales crean una atmósfera mágica, perfecta para una velada especial. Pero, ¡vayamos a la verdadera estrella del espectáculo: la comida! Cada plato es una obra maestra en sí misma. Los sabores son explosiones de felicidad en el paladar, y la presentación es una obra de arte en el plato. Siendo sincero, no sabía si comer o enmarcar mi cena. El chef de El Serbal es un verdadero alquimista de la cocina. Cada bocado es una sorpresa deliciosa que te transporta a otra dimensión gastronómica. Los ingredientes frescos y de alta calidad son la base de su magia culinaria, y se nota en cada mordisco. En resumen, El Serbal es un tesoro culinario que merece todos los elogios y más. Cualquier crítica negativa es simplemente ruido en medio de una sinfonía gastronómica. Si estás buscando una experiencia excepcional en la mesa, este es el lugar al que debes acudir. Tu paladar te lo agradecerá, y tu espíritu culinario quedará encantado.

EXCEPCIONAL! Un sitio de 10 en la misma playa de El Sardinero. Ambiente ideal, los camareros más atentos y serviciales que te puedas imaginar. Pedimos el Menú Degustación y fue excelso, tanto en la calidad del producto como en las presentaciones. El menú se componía de 4 aperitivos, 4 entrantes, 2 principales y dos postres. A cada plato venía otro aún mejor. Para repetir!!!!

El Serbal es un restaurante con varios tipos de menú, el servicio es muy atento y en seguida te explican cuáles son tus opciones. El restaurante está situado en un antiguo chiringuito en la playa del Sardinero, en la misma arena del mar con unas vistas increíbles de la bahía. Elegimos el menú degustación, sin maridaje. Platos fantásticos, que además varían por temporada. La única pega que le pondría es el plato de espárrago blanco, se me queda insulso. Postres muy buenos. Tienen una bodega muy completa para acompañar. El precio son unos 120€ por persona.

Nos ha encantado la experiencia con el menú degustación y el maridaje de grandes vinos. Repetiría sin dudarlo. El único detalle que añadiría por mejorar el servicio de un estrella Michelin es que en la puerta principal haya alguien de recepción o una simple indicación para subir. Es un detalle tonto, pero en comparación con otros restaurantes de estrella mejoraría esa primera impresión de recibimiento. Lo demás, de 10.

Sitio muy acogedor, bien decorado y con unas visitas maravillosas de la segunda playa del Sardinero. Nuestra elección fue el menú gastronómico y sin dudarlo los dos platos más destacados, la merluza y la presa ibérica al carbón. Los camareros y el responsable de sala muy educados y agradables, sobre todo una chica de color que nos atendió muy muy bien y siempre con una sonrisa y preocupándose en todo momento porque estuviéramos cómodos y disfrutáramos de nuestra primera experiencia en el restaurante. Muy recomendable.