Lugar sinigual, con las mejores vistas de Santa María de la Alameda pueblo. Suelen tener actividades y conciertos programados. El trato es ideal y se come genial! Lo recomiendo para una tapa rápida, comida en familia o unas copas! :-)
LOURDES BARRAGAN PULGARIN
+5
Espectacular la comida de guisos caseros , el entorno increíble y la atención de los dueños hospitalarios y agradable. Lo recomiendo
Nos trataron muy, pero que muy bien, se volcaron con nosotros y salimos muy contentos del sitio.
Es un restaurante alternativo en un pueblo tranquilo con vistas preciosas. Si esperas el mismo concepto de restaurante que en Madrid, con una carta de tres hojas, calefacción a mil y varios camareros rezando para que se acabe su turno infinito para tomar aliento y ver a su familia, te equivocas. Es un lugar pequeño, con las virtudes y el mérito que eso implica.
Sobre la comida: la carta es variada y te explican y recomiendan en función de tus gustos, le pusieron mucho cariño y el lomo de orza con patatas estaba bien rico. No somos expertos en vino pero nos supo de lujo y pedimos más:)
Comimos con varias bebidas, café y chupito por menos de cuarenta euros, lo que nos pareció bastante razonable. Nos aconsejaron sobre las rutas por la zona y se preocuparon por conocer nuestra experiencia y hacernos sentir acogidos.
Nos encantó. Muy recomendable si te gusta ir a sitios especiales, con encanto y en medio de la naturaleza.
El sitio impresionante por fuera y super hogareño por dentro. Unas vistas de la sierra de Madrid preciosas y al entrar parece que has llegado a casa. Tanto la camarera como el cocinero geniales, divertidos y atentos a lo que se necesita. Y lo mejor la comida claro. Yo soy vegana y mi pareja vegetariana y siempre tenemos opciones para elegir en el menú y si no, nos preparan algo riquísimo enseguida fuera de carta. Todo está hecho con mimo y cariño y eso se nota. Precios muy asequibles para la calidad y cantidad de la comida servida en un sitio para amantes de lo natural. Las mascotas son más que bienvenidas. Un planazo de fin de semana!
La ubicación es perfecta, con unas vistas de las que ya no quedan en la sierra de Madrid.
La comida nos encantó. ¡¡¡Cómo estaban los espárragos trigueros!!! Eran una delicia!!! Textura perfecta!!!
El resto de la comida nos gustó muchísimo. Tiene buena mano el cocinero.
De precio más que razonable (tirando a barato) y la camarera que nos atendió (creo que se llamaba Elena) majísima y muy profesional.
Ya he ido tres veces y otras tantas que iré porque se ha convertido en el sitio más "especial y no masificado" para comer tras una rutilla por la sierra.
La comida es rica y de calidad, las vistas fantásticas y la atención es insuperable.
Aún estando todo lleno estuvieron atentos en todo momento, la comida llego perfecta a la mesa e insisto en la maravillosa atención.
Enhorabuena por crear un sitio con tanto encanto y tan agradable.
Te sientes bien desde que entras. Es bonito, acogedor y con unos dueños encantadores. Se come bien y con buen precio. Ya si tienes la suerte de quedarte por la noche de copas después de cenar te aseguro que te lo vas a pasar bien. Gracias Pepe y Elena por atendernos así.
La mejor terraza de la sierra de Madrid. Las vistas son espectaculares, pero lo mejor es la comida y el trato. Guisos, verduras y carnes espectaculares de calidad. Y siempre con una sonrisa y buen rollo. Larga vida a la creatina.
La Cretina, gran nombre y sitio en el cual llegas y te sientes como en casa. Tu vista se pierde en el paisaje.
Lo primero, la comida es cuidada y riquísima, tienen un humus de remolacha, guacamole.. muy ricos, pero la tortilla de patatas impresionante, la carne perfecta y postres caseros buenísimos.
Lo segundo, el restaurante muy acogedor en un entorno privilegiado, con unas vistas espectaculares.
Y por último el trato tanto de Pepe cómo su pareja, son encantadores, amables y atentos nos hemos sentido como en casa.
Seguro volveremos.
La Cretina está ubicado en un lugar inmejorable y el entorno es espectacular. La comida riquísima y el personal joven y amable hace que te sientas como en casa. Si encima coincide que hay música en vivo, la experiencia puede ser maravillosa. Lo recomiendo 100%.
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