Lugar sinigual, con las mejores vistas de Santa María de la Alameda pueblo. Suelen tener actividades y conciertos programados. El trato es ideal y se come genial! Lo recomiendo para una tapa rápida, comida en familia o unas copas! :-)

Nos trataron muy, pero que muy bien, se volcaron con nosotros y salimos muy contentos del sitio. Es un restaurante alternativo en un pueblo tranquilo con vistas preciosas. Si esperas el mismo concepto de restaurante que en Madrid, con una carta de tres hojas, calefacción a mil y varios camareros rezando para que se acabe su turno infinito para tomar aliento y ver a su familia, te equivocas. Es un lugar pequeño, con las virtudes y el mérito que eso implica. Sobre la comida: la carta es variada y te explican y recomiendan en función de tus gustos, le pusieron mucho cariño y el lomo de orza con patatas estaba bien rico. No somos expertos en vino pero nos supo de lujo y pedimos más:) Comimos con varias bebidas, café y chupito por menos de cuarenta euros, lo que nos pareció bastante razonable. Nos aconsejaron sobre las rutas por la zona y se preocuparon por conocer nuestra experiencia y hacernos sentir acogidos. Nos encantó. Muy recomendable si te gusta ir a sitios especiales, con encanto y en medio de la naturaleza.