Bulan

Daniel y el chico de los tatuajes son muy atentos y simpáticos. Mis felicitaciones al cocinero ya que estaba todo muy rico. Pero el colofón se lo doy sin duda a la tarta de muerte de chocolate, es todo un espectáculo, realmente está de muerte, tanto que pedimos una segunda. Recomiendo el sitio, no dejen de ir.

El restaurante es muy acogedor, el ambiente es suave y te proporciona mucha tranquilidad, se está muy a gusto. Con respecto a la carta, me gusta que sea innovador porque eso lo hace diferente a los demás restaurantes, pero eché en falta variedad, apenas tenían dos opciones de pasta, y me faltaron opciones de platos. El servicio, INCREÍBLE, a pesar de no poder comer nada casi mi experiencia fue increíble gracias al camarero que nos atendió. Nua, estuvo la mar de pendiente, se preocupó por darme alguna idea para que pudiera cenar y además nos trató de maravilla. Chapó por la calidad de atencion al cliente que tienen, que hoy en día es muy complicado encontrar personas así y más en el sector de la hostelería. Sin duda, repetiré.

Excelente restaurante para pasar el Fin de año. Hicimos la reserva por teléfono ya que no vivimos allí y nos trataron genial con todas las dudas y preguntas que les hicimos. Nos enviaron el menú de nochevieja y allí nos estaban esperando para la cena. Todo genial, la decoración, la atención de los camareros y los platos. El local se convierte después en local de copas. Perfecto. Volveremos.