Casa Aurelio

Que no engañe la fachada sobria, tras cruzar la puerta, encuentras un local muy agradable con una cuidada decoración. Un espacio con dos recintos, un comedor de carta y un salón para eventos. Una carta amplia entre la que encontrarás pescados, carnes, mariscos, postres caseros... Se basa en una cocina tradicional elaborada con un producto de primera calidad. El servicio es muy rápido y atento en todo momento. Buena relación calidad-precio. Sin duda, recomendable.

Maravilloso. Está decorado con mucho gusto, impecable, perfectamente iluminado, acogedor… En cuanto entras quieres quedarte allí para siempre, con mucha paz. El personal es amable, cercano y muy profesional y la comida…, no hay palabras. Tomamos croquetas variadas, de cigala, de choco y de cocido, no podrían ser mejores, una delicia. Y de segundo arroz con choco y berberechos, caldoso, en su punto, para dos personas es más que suficiente, y de postre una torrija con sabor a leche frita acompañada de helado de vainilla, excepcional. Hay que volver sí o sí. Una gozada a un precio inmejorable. Enhorabuena a todo el equipo.

Hacía tiempo que queríamos conocer este clásico y por fin nos decidimos celebrar el día del padre. Tomamos un variado de croquetas, que incluía de cocido, cigalas y chocos, todas con un sabor casero y muy sabrosas, y empanada de cocido y de segundos un arroz con vieiras en su punto y un chuletón de vaca espectacular. Las raciones son abundantes y el comedor es muy agradable, repetiremos pronto

Local muy acogedor y como debe ser: muy bien atendido. Buena cocina, primeros exquisitos. En nuestro caso croquetas de centolla y choquitos en su tinta con arroz espectaculares. Chuletón de vaca al punto y los postres fantásticos: cañitas rellenas, tarta de caramelo y la leche frita a mi me encantó. También dispone de buenos pescados de la ría. Recomendable, no se puede pasar y por Santa Comba y saltárselo. Gracias y seguir así.

Hemos estado comiendo este fin de semana y bien, era la primera vez que ibamos y nos has gustado. El local es pequeño pero no hay demasiadas mesas, entonces se está agusto y con espacio. El servicio rápido, el camarero un poco despistado, pero bien. En cuanto a la comida estaba todo muy rico, nos hemos decantando por una ración de queso gallego que venia con mermelada de tomate, luego un variado de croquetas, zamburiñas negras y ya la carne, un chuleton de buey de cachena. Estaba todo rico, bien elaborado y con sabor. Repetiremos