Fogon Retiro Da Costina

Teníamos pendiente conocer este Restaurante, del que nos habían hablado muy bien muchos amigos gallegos y por fin lo hemos conseguido y la pena es no haber venido antes a conocerlo, otro restaurante imprescindible en Galicia, espectacular casa, con un primer recorrido por las cocinas, digno de cualquiera de los grandes restaurantes de España, servicio muy atento y cordial y una gran bodega. Pero la gran sorpresa es cuando terminas de comer y te invitan a pasar a otra zona a tomarte el café, petis y copa, es una zona entrañable con chimenea, sofás, sillones, como si estuvieras en tu casa y una espectacular vitrina con todos los espirituosos que puedas imaginar y un servicio de café y copa de 10. Manuel Costiña se merece un aparte, te recibe, te pone los aperitivos, esta en la sala y te pone las copas… vamos un completo y encima no puede ser más agradable… estarías horas hablando con el.

Siempre es un placer comer en O Retiro da Costiña. Su menú degustación no nos ha defraudado nunca. Elaboraciones con mucho trabajo detrás que te dejan una explosión de sabores espectacular, que no consigues en el día a día. Lo han convertido en una experiencia ligado a la tierra y el origen que se hace ameno. Además, te preguntan si tienes alguna intolerancia y te sustituyen el plato por otro igual de delicioso. Enhorabuena y gracias a Manuel, Ana y todo su equipo por la evolución en estos años y el trato acogedor que dan.

Disfruté de un menú degustación denominado Garatuxa y puedo decir que mi experiencia fue excelente de principio a fin. No os voy a mentir, en el plano meramente gastronómico no es el Michelín que más me haya gustado. Para mi humilde gusto y limitado entender vi más innovación y sorpresa en otros que tuve la suerte de disfrutar. Pero no nos confundamos, aunque veamos más clasicismo en su cocina, lo cual no es una crítica sino una opción muy válida, sigue siendo un magnífico restaurante de una estrella desde el 2008 y que yo sepa no las regalan, hay que ganarselas a base de trabajo y buen hacer. El gran acierto y que ha hecho que mi paso por este restaurante fuera muy grato es el recorrido que te hacen por sus instalaciones (trastienda, bodega,...) acompañado de las explicaciones necesarias y que te van conectando con las distintas elaboraciones hasta llegar al comedor y acabar en el salón de sobremesa donde disfrutar de una gran gama de cafés, licores diversos y hasta puros manufacturados si te apetece. Todo ello hace que te conviertas durante unas horas en un hedonista de manual ayudado para ello del trato recibido por el personal y el propio Manuel Costiña atentos a tu bienestar en todo momento. Sin duda, recomendaría a cualquiera vivir y dejarte llevar por su propuesta puesto que la suma de todo es el sabor que más va a perdurar en tu memoria.

El relevo generacional en este restaurante ha sido tan bien realizado que sigue manteniendo su esencia. Enhorabuena al Sr. Costiňa y a su hijo Manuel. En el comedor Ana mantiene un servicio excelente. El menú degustacion muy equilibrado en cuanto a la tipologia de los productos que lo componen, por lo que es un placer gastronómico de principio a fin. Para recomendar y por supuesto volver . Gracias!!!!

Recibimiento a la puerta del restaurante por el propio chef Manuel Costiña. Aperitivos (comienzan con champagne Tattinger)en varias salas de distintos ambientes, finalizando en bodega. Posteriormente te dirigen a la sala-comedor. Ambiente luminoso (tonos claros) amplio, sencillo, con decoración muy bien equilibrada. La atención del personal es exquisita. Amplia y correcta carta de vinos. Su menú está gustoso y bien elaborado. El final, con el cordero, que siendo de calidad, para mi gusto y, dado el nivel de la carta, yo hubiera cambiado por alguna muestra de su carne que elaboran artesanalmente ( tipo steak tartar). Al final te invitan a pasar a otro salón para degustar cafés y licores. En fin, merece la pena darse una vuelta por esta casa, que hacen tuya durante unas cuatro horas.

Interesantísima propuesta de inicio a fin. Qué dificil es sorprender a veces y qué trabajo tan bien logrado! La patata de Coristanco me pareció de lo más divertido que he probado en un restaurante de estas caracterísiticas. Justificadísima la presencia de la anchoa en el menú. El cambio de ambientes a lo largo del menú me parece una idea fantástica y que aporta valor. Me ha gustado que acabaran de preparar algunos platos en la mesa. Fue una experiencia muy visual y deliciosa. Enhorabuena a todo el equipo. Volveré seguro!