Fuimos a cenar y fue un gran descubrimiento! La comida muy rica, ambiente tranquilo y servicio perfecto.
Grata sorpresa aunque ya venía con buenas referencias respecto a los dos cocineros.
Restaurante en un buen enclave en medio de la montaña.
Gran menú servido con mucho estilo y detalle por lo que observé... aunque esta vez fuimos de carta, todo perfecto y exquisito. Carta de vinos buena pero mejorable..me faltó algún reserva acorde con lo que comimos.
El servicio fino y profesional.
Sin duda alguna volveré y así lo recomiendo para los amantes de la buena comida y calidad.
Espectacular tanto el entorno como la comida y la atención. Ideal para familias, es un recinto cerrado, sin tráfico de coches, los niños pueden jugar tranquilos mientras te relajas en la zona chillout de la terraza. Hay parque, pistas deportivas, desde allí salen diferentes rutas para hacer en bici o caminando. Respecto a la comida, todo casolá, con alimentos de temporada y hecho con mimo. Para mi un sitio de 10. Por cierto, reservar con antelación.
Muy recomendado. El local es amplio y acogedor. Tiene una zona exterior perfecta para el aperitivo o el cafe después de la comida. El servicio es muy efectivo, rápidos y atentos con las necesidades del cliente. Hemos comido muy bien, tienen una carta variada con sugerencias de temporada. Buen trabajo, volveremos! :)
Un disfrute increíble, menu chuletón impresionante calidad precio, trato de primera, todo buenísimo. Sergi, cuando alguien hace las cosas con el cariño y dedicación que lo hacéis en tu restaurante, solo el éxito puede ser el resultado. Mil gracias por todo!!!!
De aquellos sitios que vas por casualidad...y a partir de hoy será un habitual. El servicio, el local, la comida...nos encantó todo.
Comimos tres por 106€. Dos entrantes, 3 segundos, 3 postres, 2 cafés, pan y bebida (un agua, una cerveza y una Coca-Cola). La ensalada de ventresca me pareció pobre en la cantidad de la ventresca. De los segundos me pareció perfecto el meloso de ternera. Comimos bien pero no sé si para pagar 36€ pp.
Recomiendo la ensalada de queso de cabra, las costillas de cerdo a baja temperatura y la sorprendente tarta de queso que estaba deliciosa! Los camareros super atentos y simpáticos! El lugar precioso! Volveremos ☺️
Nos ha encantado todo.
El lugar, la COMIDA, las PERSONAS que lo llevan.
Da gusto que existan estos lugares de restauración que por su precio no excluyen a personas con economía muy " normal".
Gracias!!!
Volveremos sin dudar.
Excelente experiencia. Situado en un enclave tranquilo rodeado de naturaleza, se encuentra al lado de un pequeño complejo deportivo, al que se tiene acceso desde el restaurante, ideal para que los niños se diviertan.
La comida es realmente buena, carnes y pescados, desde cocina más tradicional, siempre con el toque de autor (a recomendar las costillas a baja temperatura, el magret de pato, carrilleras, etc.) a platos de cocina más actual como tataki, tartar, etc., y otras sugerencias que van cambiando periódicamente. Los postres totalmente a la altura de la experiencia.
El servicio de sala es rápido y súper atento, especialmente Ferrán, que consigue hacerte sentir como en casa. Tuve la ocasión de hablar con el cocinero, muy simpático!
Un equipo formado por gente joven, con experiencia y con muchas, muchas ganas de trabajar. Repetiremos seguro!
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