Restaurante de barrio con buen producto y muy buen cocinado. Combinaciones que van más allá de la propuesta típica de menú. Servicio muy amable y atento.
Sin duda uno de los mejores sitios para comer en Sant Joan Despí. Los días de cada día menú a 16€. Cuatro primeros, cuatro segundos y postre. Para los sábados es mejor reservar. Cocina de mercado innovadora y con toques asiáticos.
Han vuelto a cambiar de dueño. No hacen menú pero tienen platos de calidad, bien cocinados y a buen precio, que al final te salen como un menú. Antes de comer hicimos un vermut, a destacar, las patas bravas, con personalidad perfectamente cocinadas, con una salsa roja hecha en casa!, de las mejores de Sant Joan. La ensaladilla rusa muy buena. El entrecotte, de 300 grs., buenísimo, acompañado de patatas (como con las bravas no son congeladas!). Son una pareja y el trato es agradable y familiar. Muy buena experiencia, nos sentamos con los perros en el exterior, como es una calle peatonal, sin problemas.
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