Un lugar que sorprende mucho por la variedad de su carta y lo genial que están los platos y tapas.
Tienen muchísimas opciones para celíacos, y tienen mucho en cuenta las intolerancias (nosotros no podemos tomar queso, y nos adaptaron los platos con queso vegano!!)
Tomamos bravas, finguers de pollo con una salsita de mostaza, la presa (que es un plato que siempre pedimos porque está genial!) y los nachos.
Todo esto bien aliñado con una de las cervezas artesanas que tienen. Disponen de gran variedad para todos los gustos, y te recomiendan cuál de ellas tomar según tus preferencias, los platos que coges, etc..
Sin lugar a dudas, un sitio que se debe probar (y repetir!).
Tanto Óscar, el dueño, como su camarero son un encanto. La comida está exquisita y tienen mucha variedad de cerveza. Y es un gustazo que casi TODO sea sin gluten!!! Siempre salimos con la barriga llena y con unas risas aseguradas.
Tanto la comida como la atención ha sido excelente. Es un punto a favor que la carta sea toda para celíacos!
La relación calidad-precio es muy buena! Nos hemos quedado sorprendidos, ¡volveremos!
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