Restaurante La Buganvilla

Es la tercera vez que voy a comer a La Buganvilla y como siempre no defraudan. El menú del día es espectacular. En esta ocasión comí revuelto de morcilla y piñones y de segundo pato. El pato se enfrió y se quedó un poco seco, pero lo pusieron en su punto. El servicio es extraordinario y no puedo más que animarles a que sigan así.

Hoy me ha tocado visitar un clásico de la gastronomía madrileña. En Sebastián de lo Reyes desde hace más de cinco años está ofreciendo una selecta carta de auténticas exquisiteces. Dispone de enormes salones y una terraza mágica. Los salones son acogedores y con ambiente cálido, el servicio es maravilloso y en especial Stefi que consigue crear armonía entre todo el equipo. Todos los platos están seleccionados con mimo y son auténticas joyas. Un verdadero placer estar en este lugar . Ah y cuenta con aparcamiento propio

Los arroces son buenos y abundantes, tienen mucha variedad de arroces secos, caldosos y fideua. Al sitio le falta algo de estilo, esta en un polígono industrial y la decoración dentro es normalita, le podrían sacar mucho más partido. Con el tenedor sale muy económico. Los domingos está lleno de familias con niños.

Fuimos un grupo numeroso y estuvimos sentados en una mesa muy amplia. El local estaba lleno pero no había sensación de agobio o de sitio ruidoso. La comida estaba rica y en su punto. El evento se alargó mucho, varias horas, pero no hubo sensación de que tardara mucho el servicio. Al contrario, nos atendieron muy profesionalmente. Y la sala infantil viene fenomenal, con un adulto cuidando de los niños en todo momento.