Cafe Becquer

Buena cafetería para tomar batidos. Es algo pequeña, no tiene muchas mesas (casi siempre está lleno), pero es cómodo. Los camareros son un poco despistados pero bueno. Antes tenían mucha más variedad de batidos que ahora pero aun así no están mal. Tiene los clásicos, 3 con alcohol (antes había muchos más) y 5 o 6 "especiales". También tienen tartas que ponen una gran ración. La carta es a través de código qr.

Es un lugar de siempre y al que apetece acudir siempre. Me recuerda mucho a todos los momentos vividos en mi juventud cuando íbamos con mis amigas. Conserva el mismo aspecto de siempre, con sus mesas, con sus camillas y debajo de sus cristales escritos, papeles y notas de gente que ha pasado por aquí y ha dejado su huella. Con sus lámparas cubiertas por teka, su suelo antiguo, sus contraventanas de madera y su puerta simulando la de un portón de una casa de pueblo. Tiene un encanto muy especial. El producto que ofrecen es muy variado y de primera calidad, hay café y cafés! Tienen una amplia gama de café preparados de distintas maneras, batidos de frutas naturales, batidos de helado, batidos de mezcla de ambos. Muchos tes de diferentes sabores y aromas, tanto fríos como calientes, para cualquier época. Es un sitio emblemático y al que apetece venir siempre por el buen servicio que ofrecen, la calidad, la atención y el precio. Sin duda es muy muy muy recomendable. Si aún no lo conoces estás tardando en venir.