La Posada Del Ermitano

La verdad es que es difícil encontrar un sitio donde se transmita tanta pasión por la profesión, tipos como Julián honran a sus colegas! Nos habló de unos cuentos vinos y describió unos cuantos cortes de carne que dan que pie a pensar que no todos los sitios son iguales. Como dice él, 30 años de profesión, los últimos 12 con pasión, no hay otro secreto.

Hemos entrado en "La posada del ermitaño" por puro instinto: pasamos por delante y nos llamó la atención el aspecto atractivo del local. Y eso ya es un punto porque, lo que vino después, superó con creces nuestras expectativas. Para empezar, a pesar de que èramos cuatro y solo quedaban libres mesas de dos, el propietario del local, Julián, consiguió hacernos sitio con mucha amabilidad y rapidez. Nos hemos dejado aconsejar en los vinos de los que tienen una amplia selección y la verdad es que Julián ha dado en la diana (y queremos aclarar que somos amantes del buen vino). Hemos pedido como tapa unos limones serranos... tres de nosotros no los habíamos probado nunca y, de verdad, ha sido todo un descubrimiento. Queso capítulo aparte: extraordinarias las dos variedades (siempre con el consejo del propietario). Me gustaría añadir que nos han ofrecido un poco de aceite (de Jaén) y unas lascas de jamón para probar. Nos ha conquistado: desde el trato, el orden del local, los productos... Creo que cuando alguien ama su trabajo, se nota en cada pequeño detalle. Óptima calidad precio. Solo nos queda añadir un GRACIAS por el buen momento. Aquí unos bilbainos que volverán.