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Un sábado de diciembre decidimos visitar el Belén de chocolate, salimos a las 2 y teníamos que buscar un bar cercano y este fué el primero que vimos, entramos y con suerte había una mesa para dos, todo completo. Había solo un camarero para todos más el señor que estaba en la barra, el profesionalismo del camarero es de resaltar, aún faltando otro camarero, pudo resolverlo muy bien. Es un típico bar, está muy bien, quizás le faltan una que otra mesa más. El servicio en la cocina si es bastante demorado, tuvimos que esperar 40 minutos que llegara nuestra comida, pero valió la pena la espera porque la comida estaba exquisita, abundante, los precios justos. Salimos contentos aún con la espera de la comida. Como consejo llegar temprano al bar, porque es concurrido y hay que espero mesas desocupadas.
Nosotros fuimos a comer la semana pasada y se come bien nos reservaron mesa a última hora y la verdad es que todo estaba muy bueno y los baños limpio lo único por decir algo es que se notaba el mal rollo entre el camarero de la barra y el de la sala
Hemos comido allí y muy bien, buen precio y calidad. Lo que hemos comido muy bueno y bien hecho, personal muy amable. Lo recomiendo.