Nos tomamos una sidra al sol en la terraza, súper rápidos, muy buen ambiente, precio muy económico
Un descubrimiento este Bar familiar, con muy buena comida y trato excelente en el centro de Roa, Eddy y su hijo de 10, sin duda el mejor bacalao que he comido, y un vino de elaboración propia totalmente recomendable.
Tras mucho andar encontramos este sitio que nos sorprendió por su buena cocina y el trato amable de todo el personal. Un muy buen sitio al que volver cuando estemos de vuelta por la zona.
La comida buenísima. El trato inmejorable.
El precio un poco caro
Las mejores cocochas de bacalao al pil-pil que jamas he comido. 15 sobre 10. Garcias Eddy
El otro día encargamos si nos podian hacer un capin guisado como el de toda la vida, de esa cocina tradicional pero bien hecha y con mucho estilo y mimo. El resultado del capon fue extraordinario, que maravilla de capon y que bien hecho, gracias a Edu me recordó mi niñez, cuando en el Polvorilla mi abuela nos hacía el capon para navidad. SIMPLEMENTE FABULOSO, MUCHAS GRACIAS A TODA LA FAMILIA DEL PORTALON POR TODO.
Un restaurante en la plaza de Roa y al frente de el un padre e hijo que son súper amables, muy profesionales y k se desviven por complacer al cliente.
Hoy he comido unas kokotxas al pilpil de morir y unas croquetas que ni las de Arguiñaño. Tampoco os podeis ir sin probar el bakalao, toda una experiencia gastronomíca.
Desde aqui mil gracias por esos zumos de naranja..... sois geniales
Un lugar acogedor, con un género de lo mejor! Gambas a la plancha, navajas... exquisito!!!! El bacalao a la taberna, excepcional! Incluso, puedes pedirlo por encargo. Edy el propietario y Edu, de lo más cercanos, amables y super atentos en todo, viven su trabajo. A la hora del vermut, gran variedad de pinchos. ... espectaculares! Y dentro, tiene un comedor, de lo más íntimo. Súper recomendable !!!! También, tienen su propio vino tinto Piteos, Buenísimo!!!! Y el blanco frizzante, con un diseño de botella de Rosas Precioso, y súper rico!
Cenamos bacalao al estilo taberna buenísimo, cantidad muy buena; y callos con morro espectaculares. Mención para el pan, la torta de aceite. Un pequeño rincón con el espectacular fondo de la Iglesia de Santamaría.
El dueño y su hijo son encantadores, comida casera y rica (esas croquetas de bacalao) con unas vistas espectaculares. También venden sus propios vinos (piteos) que están buenísimos. Parada obligatoria!
Los platos muy generosos, las cocochas y el bacalao buenísimos. Destacar la simpatia de los dueños
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