Lugar antiguo, de los que quedan contados. Todo casero, en lumbres y fogones de antes. En plena Reserva de la Biofesfera de Omaña. Un lujo y un placer, seguir contando con estos resorts
Comida casera 100% como las de las abuelas de antes. El trato de Ana inmejorable
Comida con encanto, comida casera 100% que se hace a fuego lento desde primera hora de la mañana en cocina de chapa y antiguas tarteras, comida sin prisa.
Producto de cercanía, tradicional y de calidad.
Recetas de toda la vida, cocinadas con sabiduría y manos de antaño...ya que su amable personal ya tiene cierta edad.
El trato... cómo en casa y nadie se va con hambre!!
En éste caso comimos:
- Sopa de cocido.
- Arroz con llosco "botillo".
- Callos impresionantes.😋😋
- Carrilleras.
- Cordero.
- Postres y café de puchero.
Domingo 16€ por persona.
Beatriz Barrero García
+5
Qué decir del mesón Casa Maxi...!Un restaurante de los que ya casi no quedan,de esos que te sirven un vino y te puedes comprar unas madreñas o una lata de atún.
En plena carretera, en el pueblo de Vegarienza,te dan una comida casera echa por unas manos que tienen ya noventa años, y que han cocinado nada más y nada menos que para el gran Joan Manuel Serrat como atestiguan las fotos que decoran su comedor.
Al frente de la barra del bar te atiende Maxi y en el comedor Anita que siempre te ofrece repetir por si te has quedado con hambre.
Allí el menú es el que es,casi siempre cuatro primeros y cuatro segundos a elegir acompañados de su pan,su bebida y su postre,todo ello por quince euros.
La atención es totalmente familiar y no te puedes ir sin probar los callos caseros todo un referente de éste lugar,pero tampoco su cordero,su embutido(el chorizo está riquísimo)o las carrilleras guisadas, o también el solomillo.
He comido muchas veces allí y siempre me han atendido con mucha amabilidad.
Seguiré disfrutando de su comida cada vez que pueda,porque no tengo palabras para el buen trato que ofrecen. Muchas gracias.
Sitio sencillo en un entorno majestuoso. Bajamos del Mirador del Cueto Rosales y la comida no decepcionó. Raciones abundantes de cocina casera. Arroz con costillas. Ensaladilla rusa como debe ser. Callos limpios y bien guisados. Rabo en su punto. Y la sorpresa: auténtico café de puchero. Precio risible. Merece la pena volver
Magnífico lugar, comida excelente, cocina casera tradicional con ese toque de la comida de la abuela. Respecto al trato, inmejorable, tanto Selima que es la cocinera como su hija Ana Mari que atiende el comedor son un encanto. Es la tienda y cantina de toda la vida. Ningún lujo pero el trato y la relación calidad/cantidad/precio compensan. 100 % recomendable
Si estás por la zona es un lugar que debes visitar por su encanto y originalidad en el
Local y por su buen comer con un menú casero , abundante y bien elaborado además, un trato exquisito.
Comer en este lugar es compartir con las tres mesas restantes del comedor experiencias y comentarios como si se estuviese en familia .
Por todo ello lugar encantador y muy recomendable.
Un sitio espectacular de los que ya van quedando pocos, comida casera y buen trato.Espero volver pronto por ahí y que este sitio dure muchísimos años y conserve el encanto que tiene a día de hoy.
Diego Álvarez Rodríguez
+5
Todo riquísimo y además el personal era muy majo. Volveré sin duda.
Alejandro Gordon Alvarez
+5
Es el mejor restaurante
Con el mejor servicio
Y una buena calidad
Sin duda volveré
🌸ES EL MEJOR RESTAURANTE🌸
OS LO RECOMIENDO
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