Bar El Trenti

Encantadas de descubrir este sitio en nuestra visita a Potes. Cenamos una riquísima ensaladilla y entrecot y repetimos al día siguiente para comer el cocido lebaniego. Terraza exterior a lado del río y comedor interior. Trato y atención de diez. La comida de calidad y a buen precio. Amenizan la tarde noche con música en directo. Los camareros muy majos y superatentos. Repetiremos sin duda cuando volvamos

Terraza cerca del río, en zona peatonal, sin ruidos de coches demasiado cerca. Fuimos por la noche y tenían abiertas las sombrillas todavía, por lo que no había demasiada claridad en las mesas, si las cerraran se vería más con la luz de las farolas. Servicio muy rápido, no tardaron en atendernos ni en traer las comandas.

Tomamos unas cervezitas de los marca1870, muy ricas, no comimos pues estaba a tope ese día. Volvimos al día siguiente y el ambiente era genial, un músico callejero con temas de los 80' y actuales... No podemos valorar la comida pq íbamos de camino a otro restaurante!!! Pero el ambiente era genuino, los camareros muy atentos y rápidos pese al trabajo que tenían... Buen sitio para detenerse y disfrutar una cerveza mirando al río.!!!

Bistec con patatas y pimientos del padrón 11€. Fabada (de puchero) 14€. Madre mía cuando hemos visto aparecer los platos! El bistec hacía casi dos palmos, y la fabada qué rica por dios! Precios correctos para unas raciones de aúpa! Nos hemos partido la fabada y el bistec con mi novia y perfecto. Agua, cerveza y dos cafés todo por 36€. El trato de los camareros súper amables, servicio rápido y limpio. Si podéis comer o cenar fuera tendréis unas vistas privilegiadas!

Lugar cómodo para disfrutar de un buen aperitivo o comida. Terraza en el exterior con buenas vistas, dos comedores (planta baja y primera). Buen servicio y atención por parte de los camareros. Tienen unas raciones de rabas realmente buenas y en abundancia. Hoy he vuelto para comer con amigos y no me defraudó. Platos grandes y raciones generosas. Comimos en la terraza, cerca del río, bajo una sombrilla y al aire fresco. Postres tarta de queso y tarta al whisky (y, como no, raciones generosas). Es-pec-ta-cu-lar. Nos quedamos con ganas de probar el menú del día (cocido Lebaniego), pero desde luego volvemos a por él.