Servicio excelente, rápido y muy amables, especial mención a Eva. Pedimos ensalada de bonito y arroz con bogavante para dos (1 bogavante entero por persona), éramos 2 adultos y un niño. Comimos genial, quizás un poco caro el arroz (40€/persona) pero teniendo en cuenta que era un bogavante entero... se puede pasar. De postre flan de queso casero, espectacular también. Volveremos seguro
jorge izquierdo bustamante
+5
Pedimos una fideua negra y estaba espectacular. El trato fue increíble y estaban pendientes en todo momento. Llamamos antes para hacer la reserva. Un sitio perfecto para disfrutar de buena comida mientras tienes las vistas de la playa de Poo en primera línea. Precio muy razonable.
Pedimos croquetas de jamón, arroz negro y arroz con leche, todo buenísimo. La atención de la señora que nos atendió fue excelente, había otra chica que atendía y también era muy amable. La verdad que chapó. El precio normal entendiendo que está literalmente pegado a la arena. La terraza muy bonita.
Lo único criticable y no al lugar si no que lo hacen en general es que te ponen siempre pan que luego te cobran, repito, no es algo del restaurante, es una costumbre asturiana parece ser que no me parece nada bien.
Almudena Barderas Lopez
+5
El Restaurante Rocamar tiene una Magnifica terraza a poco pasos de la Playa de Poo, verdadero paraíso natural. Las vistas y la ubicación son excepcionales pero lo destacable por encima de todo son las personas que lo gestionan. Eva y Marta superan cualquier expectativa que tengas sobre un buen servicio. Amables, rápidas, dan mucho cariño a sus clientes. Gracias por haber hecho sentirme como en casa cada día durante este tiempo. Deseando volver
Gran descubrimiento en la zona.
Lugar con aparcamiento, buenísimas vistas y excelente trato (todo el personal es amable atento y hace que la experiencia sea aún mejor).
La comida que probamos (ya por 4ª vez) muy buena: paella, croquetas caseras, calamares y mejillones de gran tamaño. Los postres: tarta de manzana (diferente y muy buena), tarta/flan de queso y tarta de chocolate también muy ricos.
Vamos con un niño y disponen de trona (hacen todo lo posible porque él esté siempre bien).
Si hay que poner una pega comentar que no tienen cambiador en el baño para bebés.
Restaurante que descubrimos hace ya 10 años y tengo guardado en mi lista de “obligatorios” del verano cuando venimos. La ubicación es espectacular, el trato familiar, todos muy amables. Las vistas a la playa, una ensenada tranquila, invitan a relajarse y disfrutar de un dia de playa. En la comida somos rutinarios.. descubrimos la paella de marisco y todos los años pedimos una. No es una paella al estilo valenciano, es un arroz mas del norte, pero de sabor muy rico y muy recomendable. El arroz negro esta también muy bueno, aunque lo mismo, no es el que se come en Valencia u otras partes, pero merece la pena. El precio lamentablemente ha ido subiendo año a año y comienza a no ser lo que era, pero aun así merece mucho la pena.
Inés Valdes contra el aburrimiento
+5
Sencillamente EXPECTACULAR el trato ,el servició ,la calidad, las vistas, un sitio para estar, sentir degustar y disfrutar, la paella IMPRESIONANTE la relación calidad precio perfecta... nada parece caro cuando sales contento en todos los aspectos... que nadie se olvide que la calidad y la calided no tienen precio. Si quieres disfrutar de un restaurante en una ubicación única no dudes en reservar tu mesa
Un sitio encantador en primera línea con unas vistas increíbles, el hotel modesto pero con todo lo necesario, la comida muy buena y la atención por parte de Eva y el resto perfecta. Volveremos sin dudarlo y lo recomiendo al 100%
La paella negra estaba espectacula las camareras impresionante el trato con las camareras muy amables muy cariñosos muy pendientes de nosotros nos atendieron de maravilla y la comida el postre volveré ya se ha quedado como referencia de mis viajes las vistas las vistas preciosas comiendo la paella enfrente de la playa playa preciosa muy bonita
El restaurante se encuentra en un sitio privilegiado, frente al mar una gozada, la atención del personal es exquisita la camarera ha sido súper amable. La comida muy muy rica, recomendable el arroz negro y el queso de cabrales para finalizar, sabor fuete y intenso, un buen quedo de cabrales. El restaurante es un poco caro pero merece la pena, por el lugar y la comida.
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