Soy celíaco, fui hace una semana ¡ y fantástico!. Toda la carta apta para celíacos, todo sin gluten. Croquetas caseras (la mejor la de hongos). La camarera muy maja, muy atenta. Al irnos nos preguntó si nos gustó, todo un detalle.
Comida asequible, rica y sorprendente. La ensalada te reconcilia con el producto. Las croquetas riquísimas. El pimiento relleno, de exposición. El ajoarriero de tradición. Muy buen servicio.
Iñigo del Campo Montoya
+5
Muy buen bar de barrio, hace poco me he mudado a la Rotxa y descubrir un bar con toda la carta sin gluten siendo celíaco pues es un bombazo.
Ahora cada vez que quedo con amigos o me apetece ir a cenar sin salir del barrio quedo allí con ellos. Incluso para echar unos potes va genial ya que tienen fritos sin gluten, incluido el de pimiento que es el que más me gusta.
Si tengo que ponerle un pero al local es que a veces la música electrónica y el volumen alto no acompañan a la hora de estar de tranquis hablando con los colegas, pero vaya, ese es el único pero que le saco. El resto de diez.
Francisco Javier Marcilla
+4
Lugar ubicado en el entorno del parque de los enamorados.
Bar con buen ambiente y animado por su fiel clientela mayormente joven.
En tema gastronómico dispone de raciones, pinchos y bocadillos.
Tiene una buena terraza, siempre bien concurrida que invita a pasar un rato con una buena cerveza y más en buena compañía.
El servicio es atento y amable.
Comimos el sábado de San Fermin y muy bien, nos adaptaron los platos tanto sin gluten como sin lactosa, y la verdad, se agradece mucho! La comida estaba muy rica, y los camareros muy amables y muy atentos en todo momento
Trato muy agradable. Y al contrario de lo que suele ser habitual, todos los platos de cocina son sin gluten. Todos los que hemos probado, muy buenos.
Incluidos los postres.
IRÁS, VOLVERÁS Y REPETIRÁS...
Lo primero que quiero reseñar es que este bar es completamente LIBRE DE GLUTEN. Dicho esto, estuvimos pasando el fin de semana en Pamplona y con el mal tiempo que hizo acabamos refugiándonos en este bar al que habíamos venido por recomendación, y vaya si fue un acierto, porque volvimos y repetimos en ese mismo fin de semana la visita. Se trata de un local muy bien decorado, que se va adaptando según la época del año, con una música y un ambiente excelentes, tanto para ir en pareja, como en familia como con amigos. Hay dos cosas a destacar, que además son las dos que siempre buscamos en un bar o restaurante; en primer lugar, LA COCINA. El bar tiene una cocina excelente!!! La carta (que por cierto, es muy graciosa con un cordino y diferentes nudos en sus páginas para que practiques) es comedida pero lo suficientemente amplia para poder ir variando en las sucesivas visitas (mira las fotos). Destacar se puede destacar en realidad todo, pero por marcar una diferencia sustancial, se puede decir que las CROQUETAS (todas ellas) SON SIMPLEMENTE ESPECTACULARES (y recuerda, sin gluten) y de las raciones destacar la carrilleras y el ajoarriero (mira las fotos) que se convierten en una delicatessen, además de ser raciones muy abundantes (mira las fotos). También hay que destacar las bravas, que siendo de lo más "vulgar" de la carta, solo ellas harán que quieras volver. Si vas a la hora del Vermut, el que sirven en el bar es casero y de excelente calidad. Ah! Y se me olvidaba… mención especial para el café que sirven en el bar (un verdadero atractivo en la zona, porque se pone hasta arriba en la hora del café); preparado con leche emulsionada algo de canela y cacao y sirope, tomar el café allí se convierte en una experiencia en sí mismo, si vas no dudes en pedir ese “café especial” o “café de la casa”. El otro aspecto a destacar es el servicio; los trabajadores y trabajadoras tienen un trato más que cordial y sirven sorprendentemente rápido aun cuando el bar está hasta la bandera, además mantienen el local muy limpio, así como los baños. Mis dieces para todos ellos.
En resumen: Una excelente elección en Pamplona algo más separada del centro y sus inflados precios que hará descubras un pequeño paraíso culinario en la capital Navarra por un precio muy comedido.
Toda la comida sin gluten. Que descubrimiento. Las croquetas espectaculares, prohibido perdértelas.
Todo está muy bueno, pero las croquetas de Chistorra y el frito de pimiento están buenísimos. Los camareros muy amables y atentos
Hemos cenado super super bien. Las chicas que trabajan ahi son muy majas y atentas. Toda la comida es 100% apta para celiacos y super rica. Vamos a volver segurísimo.
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