Restaurante grande, bonito, acogedor, con mucho ambiente y camarero amables y atentos.
En la zona que nos pusieron hacia mucho frío y tuvimos que pedir varias veces que bajaran el aire acondicionado.
Los huevos rotos con sobrasada no merece la pena pedirlos, en cambio, la coca de higos fue un acierto.
No éramos capaces de distinguir el sabor de las croquetas, y eran de sabores muy diferenciados verduras y cochinillo…
De postre nos pedimos las variaciones de crema brule, tampoco fueron nada del otro mundo…
Estaba todo rico pero el precio es elevado.
This restaurant is one of those jewels and discoveries that one remembers from this great city. The restaurant not only has very tasty and good quality food, but also the service is very good and the decoration thought out to the last detail. The "vibe," atmosphere, and food have a very good price (especially compared to the rest of the island - ticket attached). Without a doubt, I'll be back whenever I come to Palma.
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Este restaurante es una de esas joyas y descubrimientos con los que uno se queda de esta gran ciudad. El restaurante no solo tiene una comida my sabrosa y de calidad, sino que la atención es muy buena y la decoración pensada hasta el último detalle. El "rollo", ambiente y comida tienen una relación muy buena con el precio (ticket adjunto). Sin duda, para repetir a mí vuelta a la isla.
La comida está buena. El servicio es atento. El cóctel de pisco de maracuya me pareció que estaba buenísimo.
Pedimos el postre de 3 creme brule y estaba buenísimo también.
La Coca de higos muy correcta. Los calamares también.
Las croquetas normal, la de cochinillo no tenía mucho sabor.
En la sala hacia un frío terrible. Lo debían de tener a 19 grados.
Les pedimos 2 veces que por favor subieran la temperatura.
En nuestra sala había 3 mesas de mallorquines comiendo, que teniendo en cuenta el volumen de turismo que hay en Palma en verano, que haya locales es una buena señal.
Comida excelente de gran calidad. Las elaboraciones se nota que son de alta cocina y valen la pena por el precio que se paga. El ambiente en el restaurante es muy agradable.
El trato del personal es inmejorable.
En definitiva, merece la pena probar el restaurante.
Lugar muy bonito frente a la Plaza de la Drassana, un rincón muy acogedor del centro histórico de Palma. Ubicado justo hacia donde termina el Carrer dels Apuntadors, una calle atiborrada de muy buenas opciones para comer y tomar algo. El restaurante es muy lindo, esta situado debajo de un espacio que funciona como galería de arte. La carta es corta pero con muy buenas opciones de todo tipo de platos (frutos de mar, arroces, carne, picoteo...). El personal muy amable pero algo lentos y desprolijos para el servicio. Muy buen ambiente y linda decoración. Un lugar recomendable.
De los mejores restaurantes de Lonja! Empezamos la cena con un sensacional cóctel refrescante! La carta, variada con un enfoque en tapas elaboradas para compartir, también tiene carnes y pescados. La coca de Cebolla caramelizada nos impresionó mucho, deliciosa, también la de sobrasada. Las croquetas muy buenas, de cochinillo y sepia. El arroz negro exquisito con potente sabor a mar. Y los postres para rematar excelentes, sobre todo la creme brulee y la coca de Valldemossa.
Muy buen restaurante por su comida y también por el servicio rápido, elegante y muy atento en todo momento! Lo recomiendo sin duda!
Buen restaurante, para aparcar es un poco difícil en fin de semana, comida buena y diferente (Pizza cuadrada y con ingredientes diferentes) buena calidad de productos, entrecot excelente, postre (creme Brule de distintos tipos) muy bueno pero con precio alto, camareros muy atentos y serviciales.
La comida bien, rico en general y carta variada y resultona. El local es muy bonito muy ecléctico y singular.
Por poner un pero, pedimos varios platos a compartir y los trajeron todos del tirón casi no entraban en la mesa, nos dio agobio y sensación de que te quieren ventilar rápido.
Precio standart de la zona 35€ PP.
Muy bueno y muy recomendable ! Espectacular. El servicio a veces se despista un poquito y la música es tan repetitiva que acaba molestando.
Sin palabras me dejaba cada bocado de aquí el Risotto de pulpo. Era exquisito al igual que el establecimiento. Nada más entrar te cautivas música, su olor, su iluminación, sus diferentes salones y la inmejorable atención del personal. La cena impresionante, dos copas de cava a las que nos invitaba el Hotel HM Jaime III, una cesta de diferentes panecillos recién horneados, con una mantequilla casera de escándalo. Después pedimos una coca de sobrasada y rúcula que también estaba deliciosa. Pero el momentazo llegó con el Risotto de pulpo y el solomillo de ternera. Qué aromas, qué sabores, qué arroz tan bien hecho! Sin duda repetiré. Si está reseña te ha sido útil, dale a 👍🏼, gracias!!!!
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