Sa Bodegueta

Bastante buena la experiencia. Los chipirones al pica pica es un plato que pediría 100% al ser típico mallorquín pero añadiendo variedad con los chipirones. El cordero riquísimo y el solomillo de ternera más de lo mismo. Punto perfecto aunque algunas partes llegaban a estar un poco duras. El alioli, como alicantino que soy, lo tengo muy visto pero he de decir que probarlo dió un toque fresco y es el que más me ha conquistado al no ser tan fuerte como el resto (un alivio para los estómagos de algunos). La tarta muy buena. Recomendable aunque tal vez un poco caro. Como experiencia de ocasiones especiales va de lujo.

Increíble lugar! Atendido por sus dueños. La comida totalmente increíble. Pedimos de entrada un jamón ibérico, unas gambas al ajillo (11 puntos) y unos quesos. Luego pedimos una paella de mariscos que fue la mejor que comí en mi vida. También hay una carta para veganos, una amiga pidió un tofu con curry y dijo que estaba tremendo. El ambiente, la atención y la comida un 10. Totalmente recomendado!!

Después de estar varios días en Palma de Mallorca y haber comido en lugares de lo más variopintos, una noche por casualidad pasamos por delante de Sa Bodegueta, un pequeño restaurante que carece de terraza por estar en callejón estrecho, que a mi no me importa porque soy más de comer en interior, pero lo que más me sorprendió fue su comida "SABROSA" y la simpatía y amabilidad de su propietario. Sin duda para volver.

Vale cada centavo que pagas. Desde las olivas y el alioli verde que acompaña al pan hasta los platos principales, todo fue un auténtico placer para nuestros paladares. Pedimos específicamente las almejas de Galicia, risotto y tagliatelle. El vino rosado de la casa también estaba muy bueno, de Toledo. Comprendo que haya comentarios negativos respecto al calor que se siente dentro. Es verdad, hay mucho calor, especialmente en una noche de agosto donde la humedad es tremenda. Sin embargo, no creo que sea algo que eclipse tanto la experiencia como para recibir 1 estrella. Nosotros ordenamos agua fría para refrescarnos y decidimos salir pronto y no hacer sobremesa y listo, apañados. Respecto a la atención, sí, se puede sentir un poco rudo el trato pero la verdad es que poco después comprendimos que es la personalidad del camarero principal, digamos, además del calor al que está sometido y quizá también el hecho de que estaba llenísimo el lugar, pero después de hablar un par de minutos sobre la comida y el calor, la verdad es que hicimos buenas migas con él y con el resto de sus compañeros. Todos muy amables y atentos. Al volver a Palma, volveremos seguro a cenar ahí.