De toda la vida, como comer en casa por trato y calidad de la comida... no frecuentado por turistas, excelente opción en el centro de Oviedo... muy recomendable.
Comida casera. Trato amable. Ambiente retro.
Sitios que no tienen que desparecer.
Sin duda, un sitio para volver.
michael angelo Libunao
+5
Excelente comida casera!! Buen menu en domingo! Restaurante mas antiguo de Oviedo y merece la pena conocerlo, los fritos de merluza exquisito, y el trato familiar, siempre repetimos con amigos y visitas de fuera de España.
Un icono de Oviedo que echa el cierre, después de un siglo deleitando los paladares de lugareños y forasteros, una lástima. Lugar de tradición familiar, donde los menús son hechos sin prisas y con productos naturales. El trato fabuloso. Un placer
Sitio céntrico, está cerca de un montón de sitios que no puedes dejar sin visitar. La comida es totalmente casera y propia de Asturias, una delicia. Recomiendo cualquier tipo de cocido, no os va a dejar indiferentes.
Si buscas un sitio de moda Casa Lito no es para ti.
Todo son sensaciones en Casa Lito, desde que traspasas su puerta hasta la hora de pagar. Poner los píes en su local es hacer un viaje en el tiempo a los años 60. Todo está igual que entonces, mesas, sillas, manteles, cubiertos y todo lo que nos rodea nos transporta a la casa de nuestros abuelos. Y efectivamente allí están Lito y Maite, un cariñoso matrimonio octogenarios -pero en plena facultades- que nos reciben con ternura.
Lito está en la barra y te acompañará al comedor en la planta de arriba donde te recibe Maite junto a su cocina. Lo primero que llama la atención es una peculiar bodega donde hay vinos de calidad ya difíciles de encontrar, todos perfectamente conservados. Te dan la carta pero lo mejor es escuchar a Maite lo que tiene del día. La ensaladilla rusa simple, suave y de patatas tiernas. Las albóndigas caseras de verdad y grandes, exquisitas. Riñones e higadillos buenísimos. Y por fin su plato estrella que heredaron de su familia también antiguos cocineros en Gijón: La merluza en salsa con patatas. ¡Espectacular!
Luego los postres donde sobresale el tocinillo de cielo, insuperable y servido en unas preciosas copas de aluminio que me vuelven a trasladar a mi niñez. Mientras Maite ya le ha dicho a su marido que encienda la máquina del café para que no falte de nada.
Llega la hora de pagar -económico para lo que comimos y bebimos- y por supuesto no existe la modalidad tarjeta. Porque aquí todo es auténtico, sin adornos, casero, con cariño, como en casa de los abuelos.
Esta genial. Restaurante de los de antes, precio asequible, comida muy buena y en mucha cantidad. Él dueño y su mujer majisimos, nos hicimos amigos de ellos y estuvieron atentos en todo momento.
Estuvimos el domingo día 3 de diciembre, muy bien atendidos, todo muy rico cocinado por la dueña Maite, y nosotros comimos de menú, aunque también tienen carta.
Lo recomiendo.
En una localización muy céntrica, merece la visita, un bar familiar con comida casera de "quitarte el sombrero" la propia dueña se encuentra a los mandos de la cocina y el resultado es muy bueno, merece la pena reservar, el precio está acordé a la calidad que se ofrece, para repetir.
Comida casera buenísima.
Tal vez no sea el restaurante más bonito y moderno de Oviedo, pero eso no importa cuando compruebas que la comida es casera y sabrosa.
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