La Panoya

Cuando uno imagina la clásica experiencia gastronómica norteña, la asocia a raciones cuantiosas y precios económicos. Lo que jamás pudimos llegar a imaginar es que daríamos con un lugar que aunara estos dos conceptos tan a la perfección. Siete fuimos los comensales que acudimos al establecimiento ese día, diestros todos en el arte de engullir como si no hubiera un mañana y dispuestos a arrasar con lo que nos pusieran por delante. Y sin embargo, no fue sino a los pocos minutos de pedir el menú degustación (por el más que generoso precio de 11€ por cabeza) que nos vimos inevitablemente obligados a implorar clemencia ante la incesante oleada de nuevos platos que arremetían sin piedad contra nosotros, teniendo que pasar directamente a los postres cuando apenas empezaban a llegar los segundos porque nuestros aparatos digestivos ya izaban la bandera blanca en señal de rendición. Doblegados, pero ante todo satisfechos de haber podido degustar casi todos los manjares que conformaban la carta, no pudimos sino dar gracias de haber tenido la suerte de existir en el mismo periodo temporal que este restaurante. El personal muy amable y cercano, la sangría de sidra casera que preparan es de otro mundo, y en cuanto a la comida y el servicio en general, no existen palabras que puedan hacerle justicia.

Calidad precio excepcional. Hoy al ser festivo el menú valía 18€. Éramos un grupo y nos han sacado un poco de todo, hemos frenado los platos porque estábamos llenísimos. Comida de muy buena calidad, lo único malo es la pena que da que se llevan la comida que sobra el pensar que acabe en la basura. La fabada estaba muy buena, el entrecot muy rico dentro del menú, el cachopo y los fritos de bacalao también muy buenos. Ve con el estómago vacío porque sale uno que explota de allí.

Un descubrimiento y parada obligatoria si vienes a Oviedo. El trato de las camareras es cercano y agradable y la comida es; sencillamente espectacular. Hemos probado el risotto de jamon e higos, la fabada y las carrilleras y son 3 platos de 10 absoluto. Y todo esto de menu!!!! Es un must en la ciudad

IMPRESIONANTE, una equivocación nos llevó hasta aquí y desde un primer momento no nos pudieron tratar mejor, nos dieron mesa para cuatro sin tener reserva (lógicamente tuvimos que esperar un poquito pero nos colocaron enseguida), son super amables, un servicio super rápido, y la comida.... IMPRESIONANTE, todo riquísimo, gran variedad de platos para elegir y en cantidades industriales, si eres de buen comer este es tu restaurante Y en cuanto al precio también super ajustado, menú de 13€. Un gran aplauso para esta gente que de verdad se lo merecen👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻

Buscábamos un lugar donde comer barato, bien y en cantidad. Destaca la variedad de opciones del menú diario, llegando a ser incluso difícil decidirse. La cantidad, muy muy generosa: te ponen un aperitivo para empezar, algún primero extra para que pruebes a mayores de tus platos y, en nuestro caso, pedimos 2 postres y nos pusieron 3. La relación calidad/cantidad/precio me parece insuperable. Directo a favoritos por si vuelvo a la zona.

No sé si nuestra experiencia es la norma o ha sido algo excepcional. Hemos pedido tres menús (12'90€ en terraza) un día de diario y, ADEMÁS de lo que hemos elegido, nos han puesto otros tres platos (una perola de pote como para cuatro personas, pastel de cabracho y unos baos riquísimos) "para que vayamos probando otras cosas" mientras iba saliendo lo nuestro. Jamás vi cosa igual. Y todo más que correcto, especialmente los platos "asiáticos", el pote el pastel de cabracho.